Desde que Enrique Peña Nieto era candidato presidencial, dedicó parte de sus propuestas a las telecomunicaciones y la Internet. Mediante la Agenda Digital por un México Conectado, Peña planteaba algunas de las ideas que está retomando durante su gestión al frente del Ejecutivo Federal a través del Pacto por México y el Plan Nacional de Desarrollo. Justamente el compromiso 42 del pacto menciona la creación de una instancia “específicamente responsable de la agenda digital”.
Para dar cumplimiento al compromiso, la Coordinación de Estrategia Digital Nacional (CEDN) fue creada formalmente el 2 de abril de 2013, por medio del Reglamento de la Oficina de la Presidencia de la República, que en su artículo 10 detalla las tareas que le corresponden. Entre ellas, destacan la elaboración de una Estrategia Digital Nacional (EDN) y la adopción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
Después de haber sido aplazada en diversas ocasiones, la presentación de la EDN fue llevada a cabo el lunes de esta semana en la Ciudad de México. La Estrategia Digital Nacional contempla cinco objetivos y cinco habilitadores para conseguirlos. Los objetivos son: transformación gubernamental, economía digital, educación de calidad, salud universal y efectiva, y seguridad ciudadana. Los habilitadores que contempla la EDN para alcanzar estos objetivos son: conectividad, inclusión y habilidades digitales, interoperabilidad, marco jurídico y datos abiertos.
Salvo la meta de alcanzar un índice de digitalización de 59.29, definido en el Programa para un Gobierno Cercano y Moderno, la EDN no presenta objetivos concretos y medibles. Por el contrario, la Estrategia está compuesta por un listado de disposiciones generales que habrán de seguirse en las estrategias implementadas desde las diferentes entidades del Gobierno de la República.
Vale la pena seguir las estrategias destinadas a alcanzar cada uno de los 23 objetivos secundarios que se desprenden de la estrategia. Sobre todo, será necesario analizar y criticar la implementación de medidas que se opongan a los objetivos de la EDN. Un ejemplo concreto es la propuesta del Código Nacional de Procedimientos Penales (CNPP), que contiene medidas tendientes a facilitar la vigilancia de cualquier ciudadano sin medidas que prevengan su abuso por parte de las autoridades, representando una amenaza a la privacidad de los usuarios de servicios de telecomunicaciones. Otro hecho que se enfrenta a las ideas plasmadas en la EDN son las negociaciones del TPP, cuyo capítulo sobre Propiedad Intelectual podría incluir disposiciones que violarían los principios básicos de Internet, según la filtración publicada por Wikileaks.
En ambos casos, las consecuencias para los usuarios de Internet, provocarían que la flamante Estrategia Digital Nacional se convirtiera oficialmente en una carta de buenos deseos.
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