China ha negado las recientes imputaciones de Estados Unidos que la acusan de robar secretos de empresas estadounidenses, pero losexpertos sostienen que el espionaje ha sido durante largo tiempo parte de la estrategia económica del país asiático.

Si bien muchos países se implican en el espionaje industrial, la nación asiática ha sido durante mucho tiempo una de las más agresivas coleccionistas de secretos económicos, tanto dentro como fuera de Internet.

El uso que hace China del espionaje económico se puede atribuir en parte a su cruzada para modernizar el país en las últimas décadas, una transformación encabezada por líderes como Deng Xiaoping.

La adquisición ilícita de tecnología ha ayudado a China a acelerar el proceso, sorteando problemas cuya solución hubiera requerido de otro modo años de investigación y desarrollo.

En su búsqueda de nuevas tecnologías, el país asiático ha procurado la obtención de secretos comerciales para su uso tanto en aplicaciones militares como civiles. Y los servicios de inteligencia del país no siempre usan espías altamente entrenados para robar; algunos reclutas son solo estudiantes e ingenieros simpatizantes.

Desde que el Congreso estadounidense aprobó la Ley de Espionaje Económico en 2006, Estados Unidos ha presentado cargos de espionaje contra un puñado de individuos acusados de ayudar a China.


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En una de las acciones penales más notables, un ciudadano estadounidense naturalizado que trabajó en el programa del transbordador espacial de la NASA, Dongfan “Greg” Chung, fue condenado en 2009 después de que los investigadores encontraron cientos de miles de documentos clasificados en su casa de California. Los fiscales dijeron que entregó a funcionarios chinos algunos de los documentos, revelando detalles de tecnología militar y espacial.

Chung, exempleado de Boeing, fue condenado a más de 15 años de prisión.

Entregar a China tecnología espacial avanzada no conviene al interés nacional de Estados Unidos”, dijo el fiscal asistente Greg Staples en aquel momento. “En China hay un apetito voraz por la tecnología de Estados Unidos”.

El Gobierno de Obama ahora trata de trazar una línea roja entre el espionaje militar y el robo económico. Las autoridades insisten en que los espías estadounidenses no comparten información con compañías estadounidenses.

El presidente Obama ha discutido el tema con su homólogo chino, Xi Jinping. Pero sus argumentos han perdido valor luego de que Edward Snowden revelara que las agencias estadounidenses estaban tratando de monitorear a la empresa china de telecomunicaciones Huawei.

Es ampliamente conocido que Estados Unidos durante mucho tiempo ha venido utilizando su avanzada tecnología e infraestructura para perpetrar el robo a gran escala de secretos y el espionaje contra líderes políticos extranjeros, empresas e individuos.