itzelToronto.- Con dos décadas de experiencia como laudera, la violinista mexicana Itzel Ávila alimenta el mercado de instrumentos clásicos en Canadá, como violín, viola y violonchelo, desde su pequeño estudio en el este de Toronto.

Para mí, hacer violines es como vender una obra de arte, pues hay que tener mucho cuidado en el grosor de cada parte del instrumento, ya que un milímetro puede afectar la calidad del sonido”, dijo en entrevista para Notimex.

Ávila estudió violín en México e hizo la maestría en este campo en Montreal. Su gusto por la construcción de estos instrumentos la llevó a integrarse a talleres de construcción y restauración de piezas clásicas en Montreal y Toronto, hasta que abrió su propio taller.

Se ha especializado en hacer sobre todo violines para artistas profesionales.

El violinista mexicano Humberto López toca uno de los violines elaborados por Ávila, lo mismo el chelista mexicano Gustavo Martín y la violinista canadiense Nancy Lokan. La violinista mexicana Paulina Derbez, quien participará en el próximo Festival Internacional Cervantino en México, toca un violín elaborado por Ávila.

Una artista de Quebec, cuando tocó un violonchelo hecho por mí, dijo: ´me gustan los violonchelos mexicanos”, comentó la laudera.

La tienda canadiense de instrumentos Heinl tiene a la venta una viola hecha por Ávila, que se llama “María”.

Itzel Ávila se encuentra participando esta semana en la convención de la Violin Society of America, en Indianapolis, Estados Unidos. Ella, junto con otros dos mexicanos radicados en Estados Unidos e Italia, son los únicos mexicanos que participan.


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Este fin de semana participará en el SweetWater Music Festival, que se realizará en las ciudades de Owen Sound y Leith, en la provincia canadiense de Ontario.

En diciembre formará parte de la exposición de laudería contemporánea Le Forum des fabricants, en Montreal, en donde también expondrá 12 fotografías de las manos que construyen los violines: “Hands at work”.

Tras dos décadas elaborando violines y violonchelos, cada uno de los cuales es bautizado con un nombre por la autora, la violinista define su oficio como “una escultura acústica muy delicada”.

La elaboración de un violín, tallado y montado a mano, le puede llevar entre cinco y seis meses. En promedio realiza cuatro instrumentos al año.

El costo de uno de sus violines es de alrededor de 13 mil dólares (unos 157 mil pesos mexicanos) y de un violonchelo de 26 mil dólares (casi 314 mil pesos).

Me gusta tocar los instrumentos antes de entregarlos, para sentir su sonido. El instrumento crece con los años, pues el sonido se añeja”, precisó la entrevistada desde su pequeño, pero bien acondicionado taller.

Sus violines están hechos con maderas de Italia, Alemania y Bulgaria, países que tienen 200 años de tradición en este campo.

A medida que voy haciendo el violín lo voy escuchando, pues hay diferentes espesores en cada parte del instrumento. La tapa del violín es de una madera más ligera, pues es la que proyecta el sonido a través del ´alma´, que es un pequeño palo de pino que une las dos caras del violín”.

Sin olvidar sus raíces mexicanas, Ávila, originaria de Morelia, Michoacán, comentó que aprendió el oficio con buenos lauderos mexicanos, como Miguel Zenker y Ricardo Pérez. “Este último me enseñó a hacer mi propio violín”.

Me tocó la fortuna de encontrar personas generosas en su saber que compartieron sus secretos en la construcción de violines. Tengo compañeros lauderos en México y cada año regreso y atiendo a músicos que requieren de ajustes a sus instrumentos”.

En su opinión, en Canadá no se conoce mucho sobre la amplia tradición en la laudería que tiene México. Consideró que en este país se pudo abrir puertas gracias a la experiencia aprendida en México, además de ser violinista y hablar varios idiomas.

Itzel Ávila ha participado en varias exposiciones internacionales de laudería. “Cuando estuve en Italia encontré a varios lauderos mexicanos (Carlos Pineda y Sebastián Rives, entre ellos) y espero que alguna vez los ex patriados podamos regresar a México a exponer nuestro trabajo”, agregó la artista mexicana.