PulmónLa hipertensión arterial pulmonar, mejor conocida como presión pulmonar, se caracteriza por el aumento de tamaño de los vasos sanguíneos en estos órganos y es una consecuencia de varias enfermedades, principalmente las respiratorias.

En entrevista para Poblanerías en línea, Víctor Martínez Ahuejote, jefe de Medicina Interna del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), comenta que el común denominador de este problema es  que condiciona la respiración.

Este mal tiene como antecedente padecimientos como la artritis, fibrosis, enfisemas, problemas del corazón y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).

La hipertensión arterial pulmonar provoca dificultades restrictivas al respirar –porque no permite el paso del oxígeno a los pulmones- y obstructivas, debido a la inflamación de los vasos sanguíneos.

¿Qué es el EPOC?

El asma, enfisema pulmonar o bronquitis crónica son consideradas dentro de la categoría de EPOC, que se caracteriza por ocasionar hipertensión arterial pulmonar y por la obstrucción de los bronquios, como consecuencia de un proceso inflamatorio.

Las principales razones de la obstrucción de los pulmones a la entrada de aire son porque los bronquios pierden elasticidad, se encuentran inflamados, destruidos o con alto grado de mucosidad”.

Tabaco-2La causa más común del EPOC es el tabaquismo y es un trastorno progresivo que empeora con el tiempo si no se atiende, además que el daño causado a los pulmones ya es irreversible.


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El especialista del IMSS comenta al respecto, que el tratamiento para las personas que sufren EPOC consiste en abrir los bronquios mediante terapias con oxígeno, recetar medicamentos que sequen el moco y ayuden a controlar la enfermedad que provoca la elevación de la presión de los pulmones.

¿Cómo saber si tienes hipertensión arterial pulmonar?

Existen una serie de señales que ayudan a los médicos a detectar si una persona presenta hipertensión arterial pulmonar, como:

  • Problemas de disnea o falta de aire.
  • Ortopnea o dificultad para respirar al estar acostado.
  • Hinchazón en las piernas.
  • Coloración cianótica o azulada en labios y manos.
  • Desmayo y/o vértigo.
  • Fatiga o debilidad.

Cuando los pacientes presentan alguno de los síntomas anteriores, el paso siguiente es recurrir a estudios que confirmen si se trata de un problema pulmonar. Para ello, se hace uso de radiografías de tórax, tomografías, ecocardiogramas o electrocardiogramas que dan evidencia.

Cualquiera de ellas permite apreciar la imagen de los órganos y saber así, si se trata de hipertensión arterial pulmonar”.

Todas las señales mencionadas afectan la correcta realización de las actividades diarias; por esta razón, las personas se deben someter a un tratamiento que corrija el problema.

Tratamiento

El tratamiento depende de la causa que le ocasiona el daño, aunque los más comunes son de tipo diurético, que ayudan a que el paciente no tenga sobrecarga de líquidos.

El uso de terapias de oxígeno y medicamentos como el sildenafilo, son algunas de las opciones que ayudan a reducir la presión de las arterias en los pulmones.

¿Cómo cuidar los pulmones?

ejercicio1No hay prevención para la presión pulmonar arterial, porque es una consecuencia de otras enfermedades. En realidad, el consejo está enfocado a un buen cuidado de los pulmones. Para ello, es necesario tomar en cuenta lo siguiente:

  • Evitar el tabaquismo.
  • Evitar lugares con exposición al humo.
  • Realizar actividad física cardiovascular, porque fortalece el sistema respiratorio.
  • Consumir líquidos que ayudan a depurar la mucosidad de los pulmones.

Escucha la entrevista con Víctor Martínez Ahuejote

 

POB/BDH/GACC