Emoción y nervio tan solo de subirte al carrito, al comenzar el trayecto las pulsaciones se aceleran a un ritmo frenético. La adrenalina generada al subir o bajar la primera curva hace revolver el estómago, la mescolanza de emociones en los tres o cinco minutos que dura el recorrido a veces deriva en una plasta de aspecto vomitoso y otras tantas llenas de euforia te hacen querer volver a la fila para subirte una y otra vez.

De entre toda la gama de juegos mecánicos que existen en los parques temáticos más caros como Disneylandia hasta los más sencillos de feria de pueblo, el que representa fielmente al menos en emociones y sensaciones al futbol mexicano es la mundialmente famosa: montaña rusa.

Alarmantes errores defensivos en prácticamente todos los equipos y contundencia de cara al arco pocas veces vista en nuestro futbol, tienen como consecuencia luego de 44 partidos la ilusionante cifra de: 139 goles anotados. Ocho equipos han sido goleados (perdiendo por 2 o más goles de diferencia) al menos en una ocasión y siete equipos han ganado por 2 o más goles al menos una vez. Todo esto de un partido a otro en varios casos.

Equipos que hace 2 semanas daban pena hoy parecen cosa seria, los que empezaron bien se empiezan a desmoronar, otros un día sí y uno no. La montaña rusa mexicana cuenta con la particular característica de hacerte subir y bajar en un santiamén.

El nuevo “hermano incómodo” de Azteca, Monarcas Morelia, mandado al último carrito de pasajeros, disfrutó como niño la emoción subiendo durante tres semanas de victorias. Para el cuarto y quinto viaje el descenso fue abrupto al perder con Chivas y León permitiendo 6 goles en contra acompañados de náuseas.

El nuevo “hijo consentido” de Azteca, Atlas, disfrutó viendo a papá Matosas ganarle en el Azteca a su ex equipo. Luego las curvas descendentes y los 8 goles en contra ante Monterrey y Pumas fueron casi mortales pero apareció el Puebla y el recorrido volvió a ser más tranquilo.


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El acostumbrado siempre a las curvas descendentes infinitas, Puebla, por fin supo disfrutar el trayecto al menos 3 semanas seguidas. Un niño de apellido Bermúdez y de apodo: “Hobbit” sentado hasta adelante y junto a otro chaparrito de apellido Aluztiza quieren que el viaje esté lleno de emociones hasta el final, con los menos sobresaltos y turbulencias posibles.

El que siempre se sube ilusionado para acabar siempre mareado y vomitado, Cruz Azul, sube la curva rápidamente para caer lentamente. Hoy con 3 derrotas en 5 partidos y con el clamor popular exigiendo el cese de Sergio Bueno pinta para que el final del trayecto acabe como los casi ya 18 años previos.

El carrito amarillo, que parecía vocho, de “Nacho” Ambriz tras los dos primeros trayectos turbulentos, hoy parece ir en curva ascendente luego de ganar a Pachuca, Dorados y Santos. Con 9 goles a favor por 0 en contra, los eufóricos y ya no asustados Darío Benedetto y Oribe Peralta con 4 y 3 goles respectivamente conducen al carrito a los primeros lugares de la tabla.

Los norteños siempre gastalones, con sus carritos caros y elegantes, por fin aceleran luego de inicios lentos y aburridos. El campeón Santos se queda sin quien vaya hasta adelante al sumar solo 3 puntos de 15 posibles.

El carrito rojiblanco con los cinturones flojos e inseguro desde los asientos, se ha acostumbrado a los malos viajes desde hace unos años. No aprovecha la turbulencia del carrito dorado, purépecha y poblano. Al contrario, agrava la fragilidad del suyo, no hay mucho de donde echar mano y sus “ingenieros” De La Torre no encuentran soluciones. Hoy son penúltimos de la porcentual.  

Una semana subes y a la otra bajas, una semana eres goleado inmisericordemente y a la otra eres tú quien golea irremediablemente. Puedes ser líder de la liga y pelear descenso al mismo tiempo, subes la curva emocionado y eufórico, bajas la curva asustado y asqueado. El Apertura 2015 entretiene y divierte, te da y te quita porque es…una montaña rusa, a la mexicana.

 

@TonySanchezCam

POB/LFJ