Las autoridades estadounidenses detuvieron Oliver Schmidt, ejecutivo de Volkswagen encargado de hacer cumplir las normas sobre las emisiones de gases.

Schmidt fue acusado de asociación ilícita para desfalcar al gobierno de Estados Unidos y de fraude financiero.

Se trata del segundo ejecutivo de Volkswagen que es arrestado en el marco de la investigación que se lleva a cabo en Detroit sobre la manipulación de emisiones contaminantes; según el expediente, Schmidt cometió esos delitos entre 2012 y 2015.

Oliver Schmidt es señalado como el responsable de garantizar que los vehículos que se venden en Estados Unidos y Canadá cumplan con las normas ambientales y de ahorro de combustibles.

En una demanda presentada en 2016, la fiscalía de Nueva York denunció que el ejecutivo desempeñó “un importante papel en el engaño”.

En un comunicado, Volkswagen dijo que está cooperando con el Departamento de Justicia pero que “no sería apropiado comentar sobre una investigación que está en curso”.


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La empresa ha admitido haber manipulado los sensores de contaminación de sus motores para que se emitieran lecturas engañosas durante las pruebas.

Tras el escándalo, una docena de ingenieros reconocieron su participación en la manipulación al ser cuestionados por el equipo encargado por la propia compañía de investigar el tema internamente.

Los ingenieros en cuestión habrían afirmado que es técnicamente imposible fabricar el motor EA 189, objeto del escándalo, respetando los límites de emisiones impuestos por las autoridades europeas y estadunidenses sin aumentar considerablemente los costes.

Algunos de los modelos que fueron manipulados son: Polo, Golf, Passat; A-1 y A-3 de Audi; Oktavia de Skoda y León e Ibiza de Seat.

POB/LFJ