Ávila se ha convertido en la primera ciudad de España con su casco histórico monitorizado por sensores,  esto con el propósito de proporcionar información a los turistas y vigilar el estado de su patrimonio.

De acuerdo con información de El País, habrá la presencia de 226 sensores, el 60% ya están instalados  en 29 puntos de la ciudad como: la muralla, la catedral, algunas calles y edificios singulares.

Los dispositivos proporcionan datos sobre la temperatura, la humedad, la luminosidad, las grietas o la vibración generada por el tráfico en las puertas de acceso a la muralla.

Hay que aplicar las nuevas tecnologías a la conservación de los monumentos porque son muy delicados”, comenta Rosa Ruiz, arqueóloga y responsable de Patrimonio del Ayuntamiento de Ávila.

Por su parte, Begoña García, responsable de la monitorización, perteneciente a la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, dijo que la instalación de los sensores también permitirá que se conozca el flujo de visitantes y cuáles son sus intereses; mejorar la eficiencia energética de los monumentos y ayudar a prevenir el vandalismo.

Añadió que los sensores son del tamaño de una cajetilla de cigarros y transmiten información en tiempo real a una base de datos y generan una alarma cuando detectan que en algún parámetro hay riesgo inminente de daño.

El objetivo de esta iniciativa que fue financiada mayormente por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y que terminará su ejecución en 2018, es que se pueda exportar a otras ciudades de España y a otros países.


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Entre los socios que también invirtieron en el proyecto se encuentran la Facultad de Ciencias y Tecnología de la Universidad Nova de Lisboa y la compañía francesa Nobatek, especialista en eficiencia energética.

POB/IIAL