Salvador Adame, periodista de Michoacán, fue secuestrado por varios sujetos en la población Mújica, el pasado 18 de mayo.

Un mes después, José Martín Godoy, procurador de Michoacán, informó que después de trabajos de inteligencia y diligencias de campo se encontraron los restos calcinados del comunicador en la “Barranca del Diablo” ubicada en el municipio Gabriel Zamora.

Entre estos resultados, destaca el hallazgo de unos restos humanos, en estado de calcinación, que fueron localizados durante los trabajos de campo y rastreo el pasado 14 de este mes”, declaró en conferencia de prensa.

Los restos fueron traslados a Morelia, donde la Dirección General de Servicios Periciales realizó las pruebas genéticas correspondientes para comprobar su identidad.

Daniel Rubio Ruiz “El Cabezas” e Ignacio Rentería Andrade “El Cenizo” fueron detenidos por personal del Ejército Mexicano y Policía de Michoacán como presuntos culpables del homicidio. Sin embargo, “El Cabezas” declaró haberse criado junto al periodista y que al enterarse de que había desaparecido empezó a buscarlo, pues se enteró que existían problemas personales entre la víctima y “El Chano Peña”, líder delincuencial de la región.

Fue quien ordenó privar de la libertad a Salvador Adame”, dijo en su entrevista con las autoridades.

El posible móvil del hecho, según esta declaración de El Cabezas, fue por problemas de tipo personal entre la víctima y el mencionado Chano, lo cual pudiera tener relación con mensajes identificados en el teléfono de Salvador Adame, donde recibe insultos, que lo confrontan, mensajes que siguen siendo investigados”, señaló el procurador.

Por su parte, la esposa de Adame informó que estaban en quiebra y que tenían problemas por sus críticas hacia el alcalde de Múgica, Salvador Ruiz Ruiz.

No vamos a cerrar ninguna línea de investigación, conforme avancen las indagatorias se informará para el esclarecimiento de la investigación”, añadió.

Adame es el octavo periodista asesinado este 2017. Periodistas de todo el país exigen justicia y castigo a los responsables de la muerte de su colega.


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POB/FOL