La activación política es algo que nos concierne a todas y todos, dentro de las prácticas de la misma, nuestro deber es observar que los agentes partícipes en ella, cumplan con sus obligaciones.

Para que estas obligaciones se lleve a cabo, necesitamos cambiar los paradigmas de la participación, los cuales no sólo son a través de las votaciones. La participación puede ser tan amplia como nosotros y nosotras nos imaginemos.

Uno de los grandes miedos de las personas es el no ser tomados en cuenta o recibir represalias, en un México azotado por la violencia, en muchas ocasiones podemos ser víctimas de que al participar nos puedan reprimir el derecho a la manifestación, de la indignación.

Sin embargo, estos paradigmas se rompen con movimientos político-sociales como son: #YoSoy132, el caso de las Patronas y el movimiento que se generó a partir de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, entre otros. ¿Pero cómo podemos empezar a organizarnos si no hemos participado en un movimiento político como estos?

Podemos comenzar por informarnos, hablar de lo público con personas de tu entorno, organizarte con tus vecinos para hablar sobre los problemas de tu colonia, acercarte a una organización sin temor y vigilar procesos electorales.

Recuerda que el cambio social sólo puede darse a través de nuestra participación.


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POB/JCSD