El 24 de junio es el Día Internacional del Socorrista, una fecha en la que se festeja a paramédicos, socorristas y rescatistas. Se trata de una iniciativa de la Cruz Roja con la que se busca reconocer el trabajo que miles de voluntarios realizan en el mundo ayudando a personas que han tenido daños por enfermedades, accidentes, desastres naturales o conflictos bélicos.

En la unidad de Protección Civil Municipal de Puebla existe el grupo de Rescate Urbano y el Grupo Relámpago. Éste último trabaja en motocicletas de tres ruedas en las que llevan el material necesario para brindar atención primaria a la persona que lo requiera.

Por la facilidad de movilidad propia de este tipo de unidades, son los primeros en hacer contacto con las víctimas de alguna enfermedad o accidente. Los integrantes de este equipo son Técnicos en Urgencias Médicas y están capacitados para prestar primeros auxilios y atender profesionalmente accidentes como caídas, choques, atropellados; y por enfermedades como paros cardiacos o desmayos, incluso, están capacitados para atender casos de partos.

En las unidades llevan un botiquín médico, con soluciones, gasas, vendas y todo lo que necesitan para poder auxiliar a las personas. También llevan un botiquín de vías aéreas en el que portan materiales para uso en pacientes graves.

Cada motocicleta lleva un desfibrilador, un aparato para dar electrochoques a los pacientes en paro cardiaco y pueden monitorear las funciones vitales.

Grupos de auxilio en Puebla

Miguel Morales, paramédico, es el encargado de la unidad de rescate urbano de Protección Civil Municipal. Tienen un camión de rescate en donde llevan el equipo necesario para realizar rescates verticales, dar auxilio a personas prensadas o en situaciones pongan en riesgo la vida de accidentados.


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Este camión tiene una motobomba -como los carros de bomberos- con la que pueden auxiliar en incendios; también llevan equipo de rescate vertical, para acceder a barrancas o edificios dañado.

En las gavetas guardan el equipo de rescate urbano, aparatos hidráulicos, como las quijadas de la vida, usadas para extraer a las víctimas en choques.

El trabajo que realizan los socorristas, paramédicos y rescatistas es de alto riesgo. Exponen sus vidas con la finalidad de ayudar a otros. En este día es importante reconocer su trabajo desinteresado y altruista que aportan a la sociedad.

Eliezer Roldan Peréz, Técnico en Urgencias Médicas, es el Jefe del Departamento de Auxilio de Protección Civil Municipal, menciona que es importante reconocer el trabajo y esfuerzo que realizan los socorristas en todas las corporaciones pues, son personas que se capacitan constantemente para ofrecer un mejor servicio a la comunidad.

En entrevista con Poblanerías en línea, pidió que se respete y se ceda el paso a las unidades que circulan con sirena, pues están acudiendo a una emergencia o llamado de auxilio.

Debemos ser pacientes ante la llegada de las unidades de emergencia pues muchas veces hacen largo recorridos para llegar a los lugares donde se les solicita. Recordar que las falsas alarmas implican gastos, pero, sobre todo, pérdida de tiempo valioso para auxiliar a alguien que lo necesite”.

La batalla que dio origen

En 1859, Henri Dunant vio que durante la batalla de Solferino los heridos no recibían ayuda, por lo que decidió -junto con un grupo de mujeres voluntarias- socorrer a las personas que resultaran heridas, sin importar su nacionalidad.

Tres años después escribió el libro Recuerdo de Solferino, que es la base del Movimiento Internacional de la Cruz Roja, de la Media Luna Roja y de los Convenios de Ginebra que protegen a las víctimas de guerra y los Protocolos Adicionales que brindan atención médica a víctimas no militares en conflictos bélicos.

La base adquirió mayor trascendencia al ser el origen moderno de la normativa internacional referente a los derechos humanos.

Hasta hace unas décadas, el personal de Cruz Roja era el único que prestaba auxilio. Poco a poco fueron surgiendo organizaciones y los gobiernos adoptaron esta causa como política de salud pública.

Los grupos de ayuda humanitaria trabajan manteniendo los principios de humanidad, imparcialidad, neutralidad y universalidad; es decir, prestan ayuda sin importar religión, raza, afinidades políticas o condición social. El servicio se presta a cualquier ser humano que lo requiera.

POB/LFJ