La misoginia no tiene género, y no lo tiene porque a veces somos las menos solidarias con todas aquellas mujeres que enfrentan algún tipo de agresión física, verbal, psicológica o laboral de parte de personas que hacen uso de prepotencia, violencia y ataques para disminuirlas solo por la condición de género.

Puebla no solo se ha convertido en un referente importante para señalar feminicidios, sino también por la contundente misoginia que algunos hombres del poder ejercen en contra del género femenino ya sea para controlarlas políticamente, moralmente o laboralmente.

El caso del Presidente Municipal de Tecamachalco, Inés Saturnino es el mejor ejemplo de esos excesos de poder de quienes manipulan un mandato para convertirse en pequeños dictadorcillos que avergüenzan la modernidad de los tiempos políticos y reflejan la realidad de sus militancias partidistas.

Este personaje caricaturesco ha dejado de serlo para pasar a lo grotesco que resulta observar su abierto cinismo al llevar al cabo constantes agresiones contra sus regidoras.

Caso especial es el de la regidora Ruth Zárate quien en repetidas ocasiones ha sido violentada por este edil y por integrantes de su Ayuntamiento.

Cómo olvidar la escena donde durante una sesión de cabildo le arroja billetes de diferentes nominaciones a esta regidora.


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El tema de la misoginia y agresiones del “Pequeño Inés” ha llegado a tribunales donde para variar se intentan hacer chicaneadas para proteger al oscuro personaje, minimizando las acciones contra Ruth Zárate.

El asunto no es menor cuando analizamos que el edil de Tecamachalco sigue siendo protegido por los padrinazgos “panistas” que hasta ahora se siguen haciendo ojo de hormiga para sancionar de manera severa los comportamientos de este desagradable personaje.

¿A caso tenemos que afirmar que la misoginia ya es el sello de “la casa” panista?

Y es que me saltan dudas contundentes. ¿Dónde está la congruencia de la Secretaria del PAN, Martha Érika Alonso, cuyo discurso sobre el empoderamiento y liderazgo lo sigue llevando en gira por todo el Estado?

¿Será una simulación para defender solo a los de casa?

¿Dónde están esas defensoras de las mujeres de Nueva Alianza que es el partido político al que pertenece esta regidora?

Todas hacen mutis para no incomodar “los cariños” que se le tienen a Saturnino por ser paisano y soldadito cumplidor.

Para cerrar con broche de oro, sale el diputado Pablo Rodríguez Regordosa que uniéndose a la justificación de las acciones del nefasto edil, minimizó el tema de la regidora Zárate. Una vergüenza, sobre todo cuando este personaje anda placeándose por donde lo dejen por sus aspiraciones a Senador. Imagínense qué bonito representante tendría el género si este personaje llega a la cámara alta.

En conclusión, en Puebla todo indica que misóginos defienden a misóginos, sobre todo cuando son de clóset.

@rubysoriano  
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POB/LFJ