Desde 2012, Oaxaca cuenta con 6,000 radios de alertamiento sísmico. Su distribución hubiera permitido advertir a la población con 30 segundos de anticipación sobre el temblor del pasado 7 de septiembre.
De acuerdo con información de la Coordinación Estatal de Protección Civil del estado, el 60% de dichos radios no se distribuyeron nunca y llevan más de 5 años almacenados en bodegas.
Un total de 2,546 aparatos sí se distribuyeron, pero solo en los municipios de la región de los valles centrales de Oaxaca. Juchitán no contaba con ninguna alerta y ahí se registró el mayor número de muertos a causa del sismo.
Según una investigación de Animal Político, Oaxaca también compró 13 bocinas de alto alcance para la señal de advertencia ante temblores, pero al igual que los radios solo fueron instaladas en la capital.
Fue entre los años 2010 y 2011 que los gobiernos federales y de la Ciudad de México, invirtieron 255 millones de pesos para que se modernizara el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano, que incluyó las radios que no se distribuyeron en Oaxaca.
Además de en Oaxaca, en otros tres estados tampoco se distribuyeron los aparatos como es el caso de la Ciudad de México, donde 4,135 aparatos desaparecieron y 3,297 no se repartieron; en Michoacán no hay registro de donde se encuentra 200 aparatos y en Guerrero hay 2,200 desaparecidos.
Por su parte, Carlos Valdés González, titular de la Coordinación Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) de la Secretaría de Gobernación dijo que lo que se ha hecho los aparatos de alerta sísmica ha sido “una barbaridad”
POB/IIAL