La conocida falla de San Andrés, es también la falla más peligrosa del mundo, ya que mide 1300 kilómetros, recorriendo el estado de California de norte a sur, desplazándose entre la placa norteamericana y la placa del pacifico. Es altamente estudiada, ya que la totalidad de la falla se encuentra sobre la superficie terrestre.

La falla de San Andrés es el límite del desplazamiento entre la Placa del Pacífico y la Placa de América del Norte y se divide en dos secciones, pero la que más preocupa a los científicos es la sur, ya que han pasado más de tres siglos desde la última vez que se “quebró”, llegando a la conclusión de que esto ha hecho que la tensión en ella se haya ido acumulando. La falla es visible desde Carrizo Plain en California y en el Valle de Ulema.

Cada año, las placas se mueven lentamente un par de pulgadas (5 centímetros), movimiento que es casi imperceptible para las personas, pero cuando no se presenta movimiento alguno en años, la tensión se acumula y de repente la placa se rompe inevitablemente a lo largo de la falla, enviando ondas en todas las direcciones y es cuando se provocan los temidos terremotos y por consecuencia, los tsunamis.

Ahora bien, esta falla ha sido la causante de catástrofes como el terremoto de 7,8 grados que destruyó gran parte de San Francisco en el año 1906, provocando más de 3,000 muertes.

Se esperaba que un terremoto de gran magnitud azotara la tierra, dejando 2,000 personas fallecidas y daños materiales que superarían los US$200.000 millones, pero lo que aún no se sabe con claridad es, si el sismo que azotó México la tarde del 19 de septiembre con una escala de 7.1 fuese tal predicción o aún existe la posibilidad de que otro fuerte terremoto suceda en un lapso de no menos de 30 años, según Jennifer Andrews, sismóloga del Instituto de Tecnología de California (Caltech).

POB/GECR


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