El corporativismo y la burocracia bancaria, están más activos que nunca y ahora le expongo el punto de vista de los usuarios que más necesitan de los servicios de crédito que estas corporaciones ofrecen y que somos los blancos de casi todos los males del neoliberalismo: La clase media casi extinta.
En concreto amable y fiel lector, me refiero a una vieja forma de tomar (conste que dije tomar) nuestros centavos que ahora esta muy de moda y que gracias a la tecnología nos hace cada vez más susceptibles al fenómeno de extorsión y fraude; las clonaciones de tarjetas de crédito. Y por tanto, tome nota y precauciones.
Primero, las tarjetas cada vez se dan con mayor facilidad, sin mayores trámites y con menos requisitos y están en manos hasta de niños… bien. Segundo, se han vuelto (las tarjetas de crédito) instrumentos indispensables en el desarrollo social de todos los individuos…, bien. Tercero, por los servicios de crédito nos cobran el 48% anual de intereses sobre lo que gastamos, más las comisiones, la anualidad de la tarjeta, los de mora por si hay retraso más muchos etceteras, pero nosotros aceptamos mediante la firma de un contrato…, bien. Todo bien hasta ahí de común acuerdo.
Pero ¿Qué pasa si a un usuario le clonan la tarjeta? Y el fenómeno a detallar no es la clonación en si (cosa que se hace en segundos con un aparatito que puede usted checar en You tube), sino lo que ocurre después con la víctima, usted o yo o el primo de un amigo ya que en su tarjeta vienen todos sus datos contenidos y también son expuestos en la clonación.
De pronto quiere pagar con el plástico mencionado un cafecito y resulta que la tarjeta esta boletinada o no es aceptada y le piden que acuda a su sucursal mas cercana, usted asiste para saber que pasa y le informan que su línea de crédito ha sido bloqueada por estar sobregirada, -¿Pero cómo? Si solo debo mil pesitos- dice ud. Indignado-. No, en realidad debe usted mas de sesenta mil pesos de gastos que generó hace dos días en Florida Miami USA- le responde amablemente su ejecutivo y mejor amigo en ese momento- ¿Pero si yo no conozco Miamiii? ¡Ni visa tengo!-…Y ahí el drama apenas comienza.
Le piden al usuario que no se preocupe que si ha sido víctima de un fraude cada centavo se reintegrará a satisfacción. Le indican que lo primero que hay que hacer es reportar la tarjeta a una línea de teléfono a la cual llama y contestan trescientos menus, hasta que por fin da con la tecla adecuada y le dicen “Porfavor espere en la línea…su llamada es importante…nuestros ejecutivos se encuentran ocupados” y así durante 20 minutos hasta que alguien contesta le explicamos nuestro problema, nos pide que hagamos una carta que acompañemos con una copia de nuestra identificación, certificado de domicilio y ultimo estado de cuenta y se la entreguemos al ejecutivo que tenemos enfrente. ¿Para eso tenía que llamar?
El drama sigue: uno hace la carta, las copias, se las entrega al ejecutivo… y éste nos pide que volvamos a hablar para pedir un número de reporte para bloquear las cuentas y pedir nuevos plásticos, ¿Quéeee?? ¡¡No tienen madre!!
Pero aún hay más, después de dar todo, hacer 20 llamadas y esperar 3 horas en la sucursal mas otras seis por teléfono, nos dicen por esta última vía que la aclaración vence el 20 de diciembre, por las investigaciones que se tienen que hacer para demostrar que usted no estuvo en Miami o demostrar que no hizo dicha compras por Internet y que no se quiere llevar al baile al banco. El corporativismo en pleno ¿Dónde y con quién se queja uno? Estimado lector: NO existe una persona, un departamento o área física…nada, cero, solo una línea de teléfono para que ud. se queje con un pobre individuo que ni siquiera trabaja en el banco sino en un call center subcontratado… y entonces estalla una risa nerviosa.
Mientras tanto, ud. tendrá que pagar los intereses que se generen de esa deuda hasta que se aclare el asunto en cinco meses, dinero que muy probablemente perderá una vez que se aclare la situación y le reembolsen el monto de la clonación mas no el de los intereses y comisiones para lo cual se tiene que hacer una nueva carta y una nueva serie de llamadas y visitas a la sucursal esto si es que se aclara el asunto a favor, en cuyo defecto ud. tendrá que cubrir el monto total de la deuda o el banco lo atacará a través de un bufette de abogados cobrones que le quieran embargar hasta con los chones.
No hay con quien quejarse, los ejecutivos de los bancos no resuelven, son mas vendedores, no hay con quien quejarse, no funciona irnos a pelear con nadie porque no hay donde, el corporativismo les hace un favor a los bancos pero me pregunto ¿De verdad les hace daño la clonación como ellos dicen? Para eso tienen mil seguros Y disculpe usted amable lector mi florido lenguaje… ¿Pues que son pendejos o se hacen?
¿Qué no se evitaría o disminuiría notablemente el fenómeno de la clonación poniendo en la tarjeta de crédito en cuestión la fotografía y huella digital del individuo sujeto del crédito acompañado de su número de CURP? Al fin nosotros también pagamos nuestros plásticos NO el banco.
He llegado a pensar que la clonación es un negocio en donde los propios bancos participan para jinetear esos dineros ganados de los intereses, porque algo es claro… ellos nunca pierden y nosotros …seguiremos dando palos de ciego mientras no hagamos algo juntos, unidos y organizados… ¿Usted que opina?