En primer término me pregunto ¿a quién diablos se le ocurrió la genialidad de otorgarle a Adela Micha –vocera de Televisa– el Honoris Causa de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Veracruz? ¿No se da esta distinción por méritos académicos o en el terreno de la ciencia o las aretes? Entonces: entiendo que cada universidad cuenta (dentro del Consejo Universitario) con una comisión que evalúa las propuestas que se llevan ahí a discusión para determinar si tal o cual persona –de acuerdo a sus méritos– es o no merecedor de recibir el grado referido.

Total: a Adela Micha se lo dieron por su importante papel social dentro de los medios de comunicación. Faltó en que el dictamen especificara que su aportación en Tercer Grado ha sido relevante para formar la opinión de miles y miles de televidentes.

Alumnos de la UV llegaron –miembros de #YoSoy132– la recibieron en el salón del Congreso del Estado y cuando ella respondía algunas preguntas del público sobre su quehacer periodístico, le lanzaron sólo un par de proyectiles de huevo –tan caro que está el huevo en el mercado, expresaron algunos tuiteros– pero sus reflejos le permitieron esquivar uno; el otro no: explotó encima de su hombro derecho.

Se notifica en la prensa que los jóvenes lograron escapar momentáneamente pero que al final fueron atrapados y puestos a disposición de las autoridades. Luego, al pagar una multa de 300 pesos los dejaron en libertad.

Lo que aún no me cabe en la cabeza es por qué algunos medios salen en defensa de la periodista.

¿No fue una reacción esperada?


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Díganme ustedes si no: ella es portavoz de la empresa que manipula cotidianamente toda la información, es quien recibe instrucciones de qué debe o no debe decir frente a las cámaras de Televisa.

Y no tiene una semana haciendo su labor, tiene ya sus años gritando más que hablar ahí al frente,” frente a la pantalla de su televisor”, como diría el conductor Jaime Almeida.

Una reacción que debió preverse por parte de los organizadores quienes omitieron poner en las entradas no un detector de metales sino uno de huevos podridos.

Pobre Adela Micha, tan inofensiva como siempre.

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