Resulta entendible, aunque no justificable, que el gobernador de Puebla haga hasta lo imposible (aunque esto violente el estado de derecho) para lograr sus metas políticas. Ello avala sus presiones al poder Legislativo para que le quiten las piedras que los panistas, los tradicionales, de abolengo o defensores de los principios básicos de su partido, le quieren poner para impedir las candidaturas de sus amigos y parientes en las próximas elecciones locales.

Como el actual presidente del Comité Directivo Estatal, Juan Carlos Mondragón, no está de acuerdo con sus propuestas para ocupar las principales presidencias municipales del estado, mismas que por primera vez durarán 4 años 8 meses, y la representación en el Congreso del Estado, pues hay que hacerlo a un lado.

Con el fin de evitar que se extienda su mandato al frente del Comité Directivo Estatal del PAN, por estar cerca de la realización de las elecciones, se le hizo muy fácil ordenarle a sus peleles en el Congreso que modificaran el Código de Instituciones y Procesos Electorales del Estado de Puebla (Coipep). El objetivo: que las elecciones no sean en noviembre, sino en febrero.

Lo que no se puede justificar ni entender es la abyección de los integrantes del poder Legislativo: hicieron de lado su dignidad y aceptaron la conseja de “tres años de diputados y toda una vida de vergüenza”. Siempre se ha dictado “línea” desde el poder Ejecutivo a los diputados de su bancada; sin embargo, se puede actuar con responsabilidad y respeto a la investidura que otorga el pueblo, así como cuestionar la constitucionalidad de las iniciativas y por ende argumentar el respeto al estado de derecho para corregir y modificarlas. Sólo así se responde a la encomienda que otorgaron los electores a sus diputados.

En el caso de los actuales diputados de todos los partidos, es obvio que obedecen las indicaciones de Rafael Moreno Valle y que lo hacen de manera vergonzosa. La muestra: aprobaron la reforma al Código Electoral en sólo 4 horas, batiendo todos los récords de ignominia. Pero qué creen: a las “ternuritas”, por ingenuos e inexpertos –por no decirles más feo–, se les pasó que antes de reformar la ley secundaria, debieron haber modificado la Constitución del estado que señala en su artículo 3º. Que  el Consejo General del IFE se reunirá la segunda semana del mes de noviembre del año de la jornada electoral parea declarar el inicio del proceso electoral.

La reacción del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, ha sido anunciar que iniciarán una acción de Controversia Constitucional ante la Suprema Corte de la  Nación por la violación en que incurrió el Congreso local. Ante el temor de ser reconvenidos por la máxima autoridad judicial, los diputados han pensado en dos caminos: aceptar que la modificación legal entraría en vigor hasta las próximas elecciones del 2018, o tratar de modificar la Constitución en el mismo sentido, aunque sea “a posteriori”. Cualquiera que sea la “solución”, ya quedaron desprestigiados para siempre.

En su desesperación por justificar su terrible error, alguno de ellos declaró: “Bueno pues no es tan importante, lo verdaderamente interesante es que viene la AUDI a Puebla y vamos a tener mucho trabajo e inversión”. O sea se le “chispoteo” decir lo que le habían indicado, aprovechar la noticia de la inversión de 1300 millones de dólares –que generarán 20 mil empleos en su edificación– para tratar de que pasara inadvertida la violación constitucional.

Por cierto en una entrevista en Milenio Televisión (“Cubículo estratégico”), Moreno Valle, muy orgulloso manifestó que una de las motivaciones para el consorcio alemán, fue que los diputados “generosamente” acordaron establecer una condonación de impuestos (impuesto sobre nómina del 2%) para incentivar la inversión. Asimismo, que cuando iban a las juntas en Casa Puebla, se les mostraron las maquetas de la remodelación de los Fuertes y de las obras que se hicieron para los festejos del 5 de mayo y que les impresionó tanto el avance de las obras, que no dudaron en invertir en un estado serio y honesto.

Declaró también que les pareció muy bien el lugar de San José Chiapa, porque estaba lejos del Popocatépetl y había tierras planas, carreteras, agua y estaba cerca de universidades, en la frontera de Tlaxcala y a una hora de la ciudad de Puebla ¿Habrán ido a conocerlo? Porque se trata de un pueblo de ejidatarios abandonados, que no tienen más opción que venir a Puebla a incorporarse al trabajo doméstico, o irse familias enteras a hacerlo en los Estados Unidos. Manifestó nuestro gobernante que por ser autos de lujo se necesitarán trabajadores muy calificados. ¿De dónde los sacarán?

Después de que les compraron sus tierras a 80 centavos el metro, los ejidatarios sólo piden que el gobierno vigile que les den empleo en la construcción de la planta y no, como acostumbra esta administración, que contraten a personas de fuera argumentando la incapacidad de nuestros paisanos y quitándole la oportunidad de trabajo a los poblanos.

Mientras tanto Rafael continuará tejiendo fino para lograr que en el 2013 se logre una alianza entre el PAN y el PRD con la idea de impulsar a los candidatos afines a su proyecto y que ese mismo esquema lo lleve a los Pinos en el 2018. Y que se quiten los que se opongan porque este góber no se detendrá ante nada para destruirlos.

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