Creo que alguna vez (no hace mucho) en mi calidad de profesor universitario, un alumno inquieto, miembro del movimiento #YoSoy132 me preguntó cuál sería el futuro de todos ellos. Le dije que no lo sabía pero que sí le auguraba alguna traición interna de uno de esos personajes que  se conocen como infiltrados en los movimientos sociales y que se caracterizan por si cinismo y falta de ética. “Orejas”, les decíamos nosotros. Ah, porque nosotros (quiero decir, los que fuimos una real oposición al estado hace más de treinta años) también sufrimos a los infiltrados que lograron militar sin convicción en los partidos formados por la izquierda mexicana (no se hablaba de “las izquierdas entonces) y que ahora –hoy—han renunciado a lo que enarbolaban y morirán como nacieron “simples, sencillos y optimistas, de pie sobre la tierra como un árbol y en las filas del Partido que nos toque”. Las cursivas son importantes porque ahí debiera anotarse de acuerdo a la letra de La Internacional en las filas del partido comunista.

Hay que verlos ahora a los viejos militantes: unos en el PRI, otros en el PAN. Es –sin más—la era de los chapulines.

¿Dónde quedaron algunos de los líderes de 1968?

Bien acomodados, bien tranquilos en cargos burocráticos o en las universidades públicas.

Ahora veo –lo leo—que uno de los más radicales representantes del Movimiento estudiantil (al que muchos comparaban con el Popular de 1968) Antonio Attolini estrena este domingo un programa en Televisa. Sí: la empresa de noticias que era para él casi casi el opio del pueblo. Ya está adentro como el Perro Bermúdez o el mismo López Dóriga.

Nada sorpresivo. Todos los que hemos pasado antes participando en las luchas sociales, sabíamos que algo iba a pasar y muy pronto y sin ser adivinos no tener enfrente la bola de cristal.

¿Qué asombra? Nada: dejen ahí a Attolini.

La redes sociales subieron sus críticas de inmediato, pero Antonio Attolini se ha defendido de la manera más tonta del mundo pensando que sus ex compañeros se tragarán sus versiones: él hará una lucha desde adentro, desde los espacios que le brinda el sistema, lo ha declarado en La Razón (25.10.12) y pide que lo vean en el Foro TV y luego lo critiquen y hablen mal de él los fariseos.

Recuerdo cuando López Portillo le retiró el subsidio de papel a los medios con la expresión aquella famosa de “¿Te pago para que me pegues?”.

¿Quién va a creer que Attolini va a recibir un ostentoso pago para pegarle a Televisa si ésta es a la vez la portavoz del sistema que antes él mismo criticó?

Si me encuentro a mi alumno, al que me preguntó por el futuro del movimiento #YoSoy132 es seguro que me detenga un momento y me diga:

—Fuiste un ave del mal.

Y le responderé: sólo apliqué la lógica.

Pero también es cierto que #Attoliniconeldedo no es el Movimiento, aunque habrá por ahí quien siga sus pasos. Ya lo veremos supliendo a López Dóriga, si el Teacher se descuida. Ya lo sabemos también: traidores donde quiera. Ésos no entran a su casa con la frente en alto, ésos no.

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