Desde hace algún tiempo, trascendió la noticia que Enrique Peña Nieto se reuniría algún día, en algún lugar, con un grupo de intelectuales para hablar acerca de lo que la gente pensante espera del próximo gobierno federal. Finalmente, hace un par de semanas, se supo que esa reunión era ya un hecho: el Presidente electo se sentaría a una mesa para tomar café con un grupo representativo del arte y la cultura en nuestro país.
Según el portal Terra del 7 de noviembre, la reunión estuvo bastante desangelada: “Enrique Peña Nieto sostuvo un encuentro desangelado con intelectuales y artistas, debido a que hubo diversas cancelaciones a una reunión que se pretendía de gran calado.
La reunión efectuada en una casa de las Lomas de Chapultepec se realizó luego de que había sido pospuesta durante octubre.
Hasta el momento, el equipo de prensa del Presidente Electo se reservó el lugar y la lista de asistentes.
Fuentes consultadas confirmaron que una de las invitadas era Elena Poniatowska, quien iba a formar parte del gabinete de Andrés Manuel López Obrador como secretaria de Cultura, y es una de las que rechazó acudir con Peña.
También se invitó a Demián Bichir, quien en la campaña presidencial invitó a la gente a votar por el tabasqueño mediante un video. El actor declinó al argumentar que está en Estados Unidos.
El encuentro fue organizado por María Cristina Cepeda, encargada del área de cultura en el equipo de transición.
La reunión se efectuó para ya no seguir posponiendo fechas con quienes sí confirmaron.
De acuerdo con fuentes, a la reunión con Peña acudieron Miguel León-Portilla, Lucila Jiménez López, Jorge Sánchez Sosa, Rafael Tovar y de Teresa, Mario Lavista, Julieta Norma Fierro, Jaime Labastida Ochoa y Eduardo Matos Moctezuma.”
Aunque se nos ha dicho hasta el cansancio, el hecho de estar en el equipo de transición no augura puesto oficial en el gabinete. Sin embargo, todo apunta a que la nueva presidente del COnsejo NAcional para la CULTura y las Artes (Conaculta) será la señora María Cristina Cepeda, mujer tan conocida y reconocida como sus antecesoras Sari Bermúdez y Consuelo Saizar.
El Conaculta se ve, desde ya, relegado a un puesto de ínfima categoría, como lo ha estado desde la llegada del panismo al poder federal. Diversas actitudes y diversas acciones de Peña Nieto desde que era candidato demuestran lo que digo e hicieron la felicidad de los redactores de “mensajitos” en Facebook y en Twitter. Todo indica que no habrá modificación y que las cosas seguirán exactamente igual.
Uno de los países más ricos del mundo, cultural y artísticamente hablando, con muchos reconocimientos internacionales en su haber, visitado por miles de turistas que, más allá del sol y la arena, se quieren echar un chapuzón en la historia, seguirá sin tener una mínima política cultural.
Claro está, si en algún momento, nos vuelve a honrar con su visita algún Leopold Senghor, u otro enorme intelectual metido a político, siempre podremos desempolvar a algún pobre Miguel León-Portilla o Eduardo Matos para acompañar a su ilustrísima, mientras nuestros dirigentes se echan unos tequilitas a la salud del loco aquél que pidió irse a asolear en Teotihuacán o en Cholula.
La señora presidente de Conaculta sin duda se unirá a la comitiva de visitantes y, con una sonrisa fingida, se la pasará asintiendo con la cabeza a todo lo que diga su empleado comisionado que “para eso le pago”.
¿Deja más viajar a Suiza para vender petróleo que invitar a escritores, pintores, músicos, historiadores, dramaturgos y cineastas a recorrer algún sitio arqueológico? La historia lo dirá… (Pregúntenle a don Porfirio).