Apenas y aprovechando este puente de día de muertos, estuve escribiendo una reseña sobre uno de mis autores favoritos, tratado por la crítica exquisita como parte de un subgénero, me refiero a Stephen King. Y en los silencios del teclado me puse de rato en rato a revisar cosas en mi cuenta de TW. Aproveché para eliminar a uno que otro hipócrita y simulador (a) aplica a ambos, ellos y ellas, que se me habían colado. Uno también en lo electrónico debe elegir a sus amistades.
Entonces fue que alguien le dio un RT a un TW donde recordaban al flamante ex secretario de cultura durante el anterior sexenio. Sí, el famoso Simpatías.
Lo recodaban por el día de los caídos aunque no mereció calavera.
Ah, sólo por curiosidad y sin quererlo de verdad, vi el perfil que anota ahí el Sr. simpatías y hasta ahora supe que es políglota.
Se me ocurrió entonces subir un TW a la manera de esos que uno lanza como decía Cortázar, como una botella al mar. Lo reproduzco de memoria casi: Dios otorgó el Don de la simulación a los faltos de neuronas. Y así es: una manera de defensa quizá genética.
Pero lo que sí me conmovió hasta las lágrimas (como a un personaje de la novela que leí de Stephen King) fue un TW del Simpatías donde se ve que lucha (buena lucha social) por rastrear y terminar con la pedofilia en donde quiera que se de ésta.
Y luego me pregunto por qué lo hace hasta ahora.
Entiendo su labor humanística, su gran preocupación.
Me riso, como se dice en señaladas zonas del norte del país.
Y terminé mi TW diciendo “genio y figura”.
La simulación es cosa diaria, Dios nos la siga otorgando a pesar de que haya quienes no la solapamos, nuestro problema de siempre, caray, qué se le va a hacer….
Yo depuré mi cuenta, fuera la hipocresía.
No sé si esto que cuento sea tema de columna.
Yo, que debería estar escribiendo reseñas del horror.
Pero lo medité y me dije sí, por aquello de la gran labor social del Simpatías.
hay que apoyarla, hay que difundirla, hay que darle RT.
Yo debo continuar, así lo entiendo, metido en las ficciones que me da por escribir cada vez más.
Ficciones que a lo mejor sólo irán a la basura.