Chignahuapan es municipio poblano ubicado en la Sierra Norte, en la parte noroeste del estado, su nombre en náhuatl significa \”donde abunda el agua\”,a una distancia aproximada de 109 kilómetros de la ciudad de Puebla.La importancia de esta ciudad radica principalmente en la fabricación de esferas de vidrio soplado decoradas a mano con diversas técnicas, logrando la calidad requerida para su exportación a Estados Unidos, Centroamérica y Sudamérica.
Alrededor de 3 mil artesanos de la región se dedican a esta actividad; por lo tanto Chignahuapan es considerado el mayor productor nacional de esfera navideña. Actualmente, se tiene el registro de 200 talleres de esferas en dicho municipio, en donde todo el año se elabora este producto navideño.
Las esferas navideñas tienen su historia
La producción de esferas en este municipio poblano comenzó hace tres décadas, con Rafael Méndez Núñez, primer esferero conocido de la región, quién montó un pequeño taller con unos pocos artesanos propiciando años después un verdadero negocio a nivel regional en Chignahuapan.
Actualmente, este municipio poblano ofrece sus productos a miles de visitantes que viajan desde distintos puntos del país para comprar esferas, además, gran parte del turismo se interesa por conocer el proceso del soplado en vidrio y la original decoración del mismo.
Un motor de su economía
Gran parte de la economía de Chignahuapan gira en torno a la elaboración de más de 70 millones de esferas anuales que son comercializadas en México, Estados Unidos y Centroamérica. También el visitante puede adquirir árboles de Navidad y nacimientos elaborados en barro.
Los artesanos cotizan sus productos de los 100 hasta los 200 pesos, monto que es pagado por clientes nacionales e internacionales.
Para Chignahuapan, la Navidad representa un negocio de todo el año. La producción de esferas para su venta nacional y exportación, es una de las principales actividades económicas de esta ciudad.
La elaboración
La confección de una esfera se asemeja a la composición de un poema, el trabajo es delicado. Al calor de los sopletes, los artesanos van dándole forma a las piezas de vidrio de diferentes tamaños y grosores. El tiempo que un globiador dedica a darle forma a cada pieza es de tan sólo 30 segundos.
Luego se realiza el proceso de enfriamiento y se le aplica a la esfera la pintura base, por lo general de tonalidades plateadas o mate.
La decoración es la fase más distinguida pues cada esfera tomará la personalidad única que le imprima el artesano al atribuirle un diseño a base de pinturas, óleos y diamantinas. Un decorador puede pintar por día entre 100 y 5 mil esferas navideñas, dependiendo del tamaño y la complejidad del diseño que lleve cada una de ellas.
Finalmente, se les coloca el gancho y son empacadas. Así, los habitantes de Chignahuapan dan vida en cada esfera a campanas, muñecos de nieve, ángeles, cometas, nochebuenas, frutas y un sinnúmero de diseños con motivos navideños.
Los tamaños son diversos, desde las esferas mini hasta las más grandes, hay cientos de motivos y figuras, pero todas llevan el sello artesanal del municipio.
Entre los meses de agosto y diciembre, cientos de turistas se dan cita en Chignahuapan para conocer las artesanías que ahí se realizan.
Esferas de vidrio soplado de todos colores y tamaños también se exhiben en la semana del 2 de noviembre en la Feria Nacional del árbol y la esfera que se realiza año con año en dicho municipio.