En el caso Cassez, al principio, el jefe de la policía y sus compinches armaron, 24 horas después, un montaje televisivo “en vivo” a la hora de la transmisión de “Primero Noticias” con Carlos Loret de Mola. El conductor afirma, ahora, que nunca supo nada. Sin embargo, uno de sus entonces colaboradores, declaró que no solo sabía lo que hacía, sino que, además, pidió que “esperaran” un poquito para poder terminar un enlace deportivo. Además, habría pedido que “repitieran” el principio, porque no salió bien.
No olvidemos que, en aquel entonces, el secretario federal de Seguridad Pública era don Eduardo Medina Mora, nuestro flamante embajador ante los Estados Unidos. El jefe de la AFI era el que sería “súper secretario” de Calderón, el buen Genaro García Luna. ¿Actuará la justicia respecto a estos muy respetables funcionarios?
“Haiga sido como haiga sido” (diría el clásico), la Suprema Corte sentenció la liberación de la francesita, aunque la Ministro Cordero solo pedía, en un principio, que el asunto sea vuelto a juzgar, eliminando las “pruebas” hechizas y los falsos testimonios. Así, la güerita hubiese sido re-juzgada únicamente como secuestradora, utilizadora de armas prohibidas y participante de la delincuencia organizada. Igual, sus cuates, su amante y cómplices siguen en el tambo.
Pesaron mucho las presiones internacional y política. Fiel a su costumbre (le gusta que las cosas se hagan como él quiere y como él dice), Calderón metió groseramente las manos en el asunto y nos peleó con Zarkosy y con Francia. Sin embargo, su sucesor (por quién no voté, que quede claro) aprovechó su viaje como Presidente electo a París para negociar con el señor Hollande, pero en lo oscurito.
Evidentemente, ese fue el momento en que se arregló todo. Un poquito de cabildeo en la Corte y todo listo… Peña Nieto puede, emocionado y feliz, afirmar que “respeta la decisión del Poder Judicial”.
Finalemente, no olvidemos que la (ya no tan joven) Cassez fue liberada por fallas en el procedimiento, pero nadie sabe si era culpable o no lo era. Se las tendrá que arreglar con su consciencia. Esperemos que el nuevo amante que se va a conseguir de volada no sea muy criminal o no sea tan fácilmente influenciable como Vallarta (en el caso en que, efectivamente, ella llevaba la batuta en el grupo de los Zodiaco).
Su papá vino por ella. La policía federal la escoltó (le puso un chaleco anti – balas) hasta su asiento en el avión – en clase “negocios”. No sé si sea tan fácil conseguir un pasaje a París, así como así. Menos cuando no se tiene un centavo. En la ciudad – luz, la esperaba el Primer ministro de Francia. El Presidente de la República la recibe el viernes en el palacio del Eliseo.
Sea criminal o no, Florence Cassez es ya una celebridad. Y sus presuntas víctimas, en México claman por justicia. La opinión pública sigue sin entender lo que sucedió. Lo mismo pasa en Francia en que un “mártir” (ese sí) del terrorismo llegó, casi a escondidas, sin que nadie lo pelara.
¿Los ganadores? Florence Cassez en primer lugar, claro está. La clase política francesa que logró como nunca la unanimidad. Peña Nieto que “arregló” el “impasse” con Francia. La Suprema Corte que “reivindicó” a la justicia mexicana. Los periodistas (de ambos lados del océano y más allá) que tenemos tema para comentar.
¿Los perdedores? Quienes están en manos de la “justicia” sin el apoyo de un gobierno.
¿En el limbo? García Luna, Medina Mora y sus cuates.