Un estudio realizado por la Universidad de Cleremont, descubrió que la interacción a través de las redes sociales provoca en el cerebro un estímulo similar al de una caricia o un beso.

El especialista Paul J. Zak, responsable del estudio, comenta que esto sucede al compartir sentimientos en las redes sociales, pues el cerebro libera una amplia cantidad de oxitocina (conocida como la hormona del amor) que además de hacer placentera la actividad, también motiva las acciones caritativas.  

El estudio destaca que no sólo la oxitocina aumenta, sino que el cortisol, que es una hormona relacionada al estrés, disminuye.