Fue un día de acontecimientos políticos. Puebla, escenario de batallas, triunfos y derrotas. La grilla en todo su esplendor. Sucesos que hay que rescatar, ponderar y, aunque usted no lo crea, no fue el informe de Lalo Rivera lo más importante que sucedió.
Lleno de lugares comunes, de alharaca por aparentes logros, Eduardo, Lalo, Lalito, el alcalde mejor pagado de México, el que más ha ganado en la historia de alcaldes poblanos, pasó desapercibido y su alocución fue de dar sueño.
Acaso dos acontecimientos quitaron la modorra de los presentes: la presencia de Josefina Vázquez Mota, portadora sin proponérselo, de un mensaje de derrota panista, aunque su intención fue dar el espaldarazo a un amigo y el debate tuitero entre Enrique Doger Guerrero y Juan Carlos Mondragón.
¿Debate?
Pleito callejero.
Lo relevante, Enrique Doger ha dejado su madurez, elegancia, finura, de la que hizo gala los últimos meses, para regresar a su condición de fajador y bueno para el trompón, perfil que le ha dado sus mejores triunfos.
Lo realmente importante, el trascendido de que al final, el elegido desde el centro de la República para representar los intereses del PRI en la lucha por Puebla capital es el todavía rector de la BUAP, Enrique Agüera Ibáñez, fue quizá lo más importante de la jornada que inició la semana.
Los tiempos se acortan, se dice que el anuncio podrá ser la semana que correrá entre el 18 y 22 de febrero, aunque Agüera Ibáñez deje a la Universidad en la primera semana de marzo.
A pesar de los pataleos, mimiquis y vetos de Jorge Estefan Chidiac, Blanca Alcalá Ruiz y Pepe Chedraui, entre otros, parece que no lograron el cometido de frenar al Rector de la BUAP.
Con todo lo acontecido, no podía ser de otra manera, Lalo solo causó letargo y el 11 de febrero se calentó por lo que más allá de su “informe”, sucedió.
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