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Una cepa poco conocida de la gripe aviar mató a dos hombres y enfermó de gravedad a una mujer en China, aunque las autoridades de aquel país consideran improbable que pueda propagarse entre los seres humanos.
Los residentes de Shanghai fueron las primeras víctimas mortales de la cepa de la gripe aviar H7N9 tras su contagio en febrero. Una mujer en la ciudad oriental de Chuzhou sigue grave, dijo la Comisión Nacional China de Salud y Planificación.
No quedó en claro cómo quedaron infectados los tres pacientes, agregó el organismo. Las autoridades no dijeron en qué trabajaban o si habían estado en contacto con aves u otros animales.
Autoridades sanitarias destacaron que los dos hijos de uno de los hombres de Shanghai sufrían de pulmonía aguda e informaron que uno de ellos murió, pero la fuente de la infección sigue siendo desconocida. Otras personas que estuvieron en estrecho contacto con las víctimas no se enfermaron, indicio de que el virus no es fácilmente transmitido entre los humanos.