¿Recuerda la famosísima película de terror “Psicosis” de Alfred Hitchcock, en donde Norman, el personaje principal, es un asesino con doble personalidad, una de las cuales,-la más fuerte- es la de su “Madre” a quien él mismo mató por celos?.  ¿Recuerda también  uno de los diálogos entre Norman y Marion, cuando el primero le dice todos estamos un poco locos a veces a lo que ella responde a veces, solo una vez puede ser suficiente.

Bueno, pues con ello quiero decir que para Venezuela, que tuviera elecciones –no muy democráticas por su inequidad y participación del gobierno- el domingo pasado y del que resultara electo Nicolás Maduro: la locura, solo una vez ha sido más que suficiente y ello pareciera con los 14 años de Hugo Chávez en el poder que dejó una país con una altísima inflación, una preocupante escasez de divisas y de productos, con un gran déficit fiscal, un gasto público insostenible y una economía que depende en 95% del petróleo.

Esta sentencia se cumplirá con Maduro, que en nada se compara con Chávez, no tiene ni el carisma ni la inteligencia de su antecesor y si mucho del personaje de Hitchcock. Ah, ¿No me cree?, veamos tan solo algunas de sus declaraciones: “Chávez nos ordenó el cerebro a todos”; “soy apóstol de Chávez”; “si alguien del pueblo vota contra Nicolás Maduro, le está cayendo la maldición de Macarapana”; “entró un pajarito chiquitico y me dio 3 vueltas acá arriba, sentí el espíritu de él”; “sabemos que nuestro comandante está frente a Cristo e influyó para que se convoque a un papa sudamericano”.

Estoy tan convencida de la psicosis de Maduro (desorden mental grave caracterizado por un trastorno de la personalidad y un desvío en el juicio de la realidad) que, de hecho, creo se podría parodiar la película poniéndolo como “Norman” y a Chávez como su “Madre”, quien por cierto en la película es momificada, y que, por si fuera poco, cuando las cosas se le complican asesina sin el menor remordimiento.

Pero ya, dejando las banalidades, la situación de Venezuela es realmente preocupante. A la crisis económica, se suma ahora una crisis política e institucional, en donde los ánimos están desbordados y la polarización social azuzada por la irresponsabilidad y estupidez del nuevo presidente se torna grave. Lo más preocupante, no es que el país haya quedado partido a la mitad (50% votó por Capriles y el otro 50% por el oficialismo), sino que el candidato perdedor no pueda seguir conteniendo el enojo de sus seguidores (como ya está manifestándose en redes sociales) y empiece a ser visto como débil o falto de carácter para enfrentar la continuación del chavismo y las agresiones verbales y físicas postelectorales del nuevo gobierno que han dejado ya 7 manifestantes muertos, 61 heridos y 135 detenidos.  Este escenario no deseable llevaría a una insurrección popular con la consecuente reacción violenta de Maduro.  Bien lo dijo un amigo hace unos días “el Chavismo sin Chávez será insostenible.

Pareciera que una posible solución pacífica de esta crisis tendría que venir de la participación moderadora de las organizaciones regionales e internacionales y de los países vecinos, quienes presionarían al gobierno venezolano a respetar las manifestaciones de los opositores y por otro lado a canalizar el enojo de éstos, despresurizando la tensión entre ambos bandos. Cabe señalar que México, pese a su posición estratégica y su historia de apoyo en la resolución de conflictos americanos, no cuenta siquiera con un embajador en Venezuela.

En fin, veremos cómo se van desarrollando los hechos en este país. En tanto, les mando un abrazo solidario a todos mis amigos y cariños venezolanos que atraviesan por un periodo gris. Nos leemos la próxima semana……