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El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó el martes, que la economía de América Latina y el Caribe crecerá 3.4 por ciento durante 2013, casi a la par del crecimiento económico global.

La región mejorará su ritmo de crecimiento, desde un 3 por ciento en 2012 a un 3.9 por ciento en 2014, debido a una recuperación de la demanda externa, condiciones favorables de financiamiento y el impacto de políticas adoptadas previamente en algunos países, señaló el FMI al difundir sus perspectivas globales de crecimiento económico.

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Thomas Helbling, jefe del departamento de Investigación de FMI, atribuyó en conferencia de prensa, la recuperación de América Latina a dos factores fundamentales: el mejoramiento de la economía global en términos generales y la recuperación de Brasil, que crecerá a 3 por ciento tras haber registrado apenas 0,9 por ciento en 2012.

La proyección representa una corrección a la baja respecto a la expectativa de crecimiento de 3.6 por ciento que el FMI manifestó en enero para la región.

Paraguay será el país del continente con el mayor crecimiento este año al estimarse 11 por ciento, seguido de Perú con 6.3 por ciento, Chile 4.9, Bolivia 4.8, Ecuador 4.4 y Colombia 4.1 por ciento.

México mantendrá en 2013 y 2014 una tasa de crecimiento de 3.5 por ciento, lo que permitirá prolongar una “recuperación en inversiones“, mientras que el “crecimiento sostenido de la tasa de empleo y condiciones favorables de crédito deberían apoyar al consumo“.

Venezuela muestra el ritmo de crecimiento más bajo con 0.1 por ciento, la desaceleración más aguda y la tasa de inflación más elevada en la región.

El FMI atribuyó la coyuntura venezolana al “declive en el gasto fiscal” y predijo una caída en el consumo privado a corto plazo tras la devaluación reciente y el reforzamiento del control de cambios.

Las siete naciones centroamericanas crecerán este año a una tasa promedio de 4.4 por ciento, mientras que los países del Caribe alcanzarán 2.2 por ciento, tres décimas por encima de la proyección para Estados Unidos.

Tal como ha sido la tendencia desde la crisis financiera de 2008, las economías emergentes siguen siendo las principales impulsores del crecimiento global.