Tras la llegada de Manolo Lapuente al banquillo camotero, la consigna era clara, solventar de forma contundente los problemas porcentuales, o lo que es lo mismo, salvarse del descenso este torneo, el objetivo primordial, la meta, está “casi” cumplida, aunque a su afición habida de liguilla y mejores resultados, le parezca poco el solo aspirar a permanecer un año más en la primera división.
Las primeras 7 jornadas el equipo sumó 11 puntos de 21 posibles, las siguientes 7, solo han sacado 4 puntos y se viene de 4 derrotas en los últimos 5 partidos disputados más la dolorosa eliminación en semifinales de la Copa MX ante el Atlante hace un par de semanas en Cancún.
El equipo no ha jugado mal este torneo, inclusive podría merecer más puntos de los 15 que hoy tiene, pero la realidad tajante y contundente dice que el lugar 14 de la tabla general y penúltimo del porcentaje son consecuencias del mal manejo en varios partidos del clausura 2013 y jugadores que no han rendido lo esperado.
Los últimos 5 minutos de los 90, han sido mortales para la franja, ante Pumas, Pachuca, Tigres y Jaguares perdieron los partidos en esos fatídicos minutos, incluso contra Pachuca ganando, les dieron la vuelta con goles en el 89 y 92, desatenciones que hoy significan 6 puntos menos, errores que hoy significan ser lugar 14 de la tabla y no 6, pecados que hoy significan aún no estar totalmente salvados del descenso, esos 20 minutos en total de pesadilla para el Puebla van a echar por la borda, estos 5 meses de trabajo.
Puebla aún no está “salvado” del todo, deberá sumar un punto de los 9 que restan para asegurar su lugar en primera y no depender de nadie, a pesar del Querétaro y su inminente partida al infierno de la liga de ascenso tras perder el viernes en Morelia y el triunfo del Atlante el domingo contra Chivas.
Le quedan 3 partidos por disputar, visita al Atlante, recibe al sorprendente Atlas y cierra en la corregidora ante el 99.9% descendido Gallos Blancos, gracias al mediocre sistema de competencia el Puebla aún puede calificar si gana los 9 puntos y se combinan resultados y hasta descender, si pierde los 3 partidos y Querétaro gana los 3, así de “bondadoso” es nuestro futbol.
Una temporada de altos y bajos, una temporada de claros y oscuros, una temporada de Isaacs Romos y de Félix Borjas, de Alustizas en la banca y Lacerdas en la cancha, una temporada donde el Puebla matemáticamente está “salvado” pero que anímicamente, producto del mal manejo de partidos, de decisiones técnicas, de jugadores sentenciados a la banca, de tragos amargos en la copa, anímicamente, descendidos.
