Una de las aristas para que las personas se sientan protegidas en la ciudad es la confianza y la seguridad que te brinda una figura de autoridad, sin embargo, ¿qué se puede esperar cuando es la misma autoridad la que comete un abuso en tu contra? ¿A quién recurrir si quienes procuran la Ley la han quebrantado?
Poblanerías en línea, documenta el caso de “Ana” (seudónimo para mantener el anonimato) quien acusa abuso de poder por parte de policías ministeriales, cuando interceptaron con violencia a un grupo de jóvenes estudiantes en la zona de San Jorge y Los Héroes en la ciudad de Puebla.
Los policías, quienes nunca se identificaron si no hasta el momento de la detención, descendieron de un auto blanco, apuntaron con metralletas a seis jóvenes y les exigieron con violencia bajarse del vehículo donde se encontraban.
Ante la incertidumbre, los estudiantes decidieron irse de la escena lo más pronto posible, lo que originó una persecución de 9 autos blancos más. Al percatarse de esto, los jóvenes llamaron al 066 para solicitar ayuda pero antes de que ésta llegara, vieron una patrulla municipal estacionada en una tienda de autoservicio y se dirigieron hacia ella, pero justo en ese momento, fueron interceptados.
De los coches descendieron alrededor de 20 personas quienes apuntaron y obligaron a bajar del auto a los jóvenes poniéndolos en el suelo. Hasta ese momento se identificaron como policías ministeriales. Después de la detención, la cual fue calificada como “de rutina” por los mismos policías, los estudiantes fueron llevados al Ministerio Público de Valsequillo, pero al no haber alguna infracción salieron 20 minutos después.
El caso de “Ana” exhibe un abuso de poder de la autoridad, pero también lo que la ciudadanía siente, que Puebla no es una ciudad segura y que no confía en los cuerpos de seguridad.