Emilio Azcárraga Jean debe estar muy contento con uno de sus mejores empleados, con el contador de su empresa que le acaba de ahorrar el pago de 3 mil millones de pesos en impuestos, ya que – al plegarse a los deseos de Televisa- Enrique Peña Nieto dejó de facto de ser presidente de México, para asumirse como un trabajador más de la televisora.

No es el primer servicio que Peña Nieto da a su jefe Emilio Azcárraga: en enero pasado, la Comisión Federal de Telecomunicaciones, gerenciada por Mony de Swan, falló a favor de Televisa para que penetre en el mercado de la telefonía con radio (Nextel) y le impidió al magnate Carlos Slim modificar sus títulos de concesión para que pueda otorgar el servicio de televisión abierta.

En pocas palabras, el supuesto presidente de la República, primero, fortalece el duopolio televisivo (con la empresa de Emilio Azcárraga a la cabeza) al impedirle a UNO y a Dish, las empresas de Carlos Slim, competir en el mundo de la televisión abierta. Este favor peñista a Televisa se “operó” a través de la Cofetel.

Pero Televisa es voraz y su propietario hizo que Peña Nieto le condonara el pago de impuestos por 3 mil millones de pesos. La empresa solamente cubrió 300 de los 3 mil 300 millones de pesos en cargas fiscales que debía, gracias a la generosidad con que la secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Sistema de Administración Tributaria (SAT) otorgan…a los más ricos y poderosos.

Televisa no paga impuestos; PRI impondrá IVA en alimentos y medicinas

Nadie puede acusar a Peña Nieto de no ser generoso con una televisora que en mayo y junio del 2012 fue acusada por el diario británico The Guardian de haber montado desde hace muchos años un plan para imponer al actual presidente a través de su programación chatarra. Lo que publicó el diario inglés ese entonces fue unos supuestos documentos “donde Televisa delinea una estrategia de publicidad en favor del candidato priista Enrique Peña Nieto”.

No hay deuda que no se pague ni plazo que no se cumpla y hoy, desde el gobierno federal o sus órganos descentralizados, la empresa de Azcárraga Jean fue más que recompensada por sus servicios prestados en la larguísima campaña del hoy presidente de la república. Se confirma una vez más que lo que dijo The Guardian fue y sigue siendo muy cierto.


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Al mismo tiempo, a finales de este mismo año, después de las elecciones en 14 estados de la república, el PRI aprobará aumentar el IVA e imponerlo en alimentos y medicinas, con el pretexto de que Peña Nieto no tiene recursos para sus programas contra el hambre o Pacto por México. Si le hubiera cobrado a Televisa esos 3 mil millones, seguramente no le sería tan necesario aumentar las cargas fiscales de la gente.

En marzo de este año, a través de sus gerentes en el PRI nacional César Camacho Quirós e Ivonne Ortega, Peña Nieto hizo modificar los estatutos de su partido, para quitar los candados que, antes, le impedían imponer el IVA en los alimentos y las medicinas.

Así que mientras Peña Nieto protege el negocio duopólico de Televisa y le condona 3 mil millones de pesos en impuestos; su partido será la punta de lanza para que millones de mexicanos financiemos al gobierno federal a través de pagar el IVA en alimentos y medicinas.

Estas acciones ponen al presidente como un pésimo mandatario nacional, pero como un excelente contador de Azcárraga Jean.