La arremetida del PRI venía, ¿o viene? fuerte contra los supuestos “traidores”. Los aparentes causantes de la derrota del 2010. La embestida contra los chivos expiatorios.

Enrique Doger Guerrero, pretenden, que sea uno de los que carguen con esa etiqueta: “traidor”.

Los viejos usos y costumbres, los códigos de toda la vida, los vicios de un priismo viejo y trasnochado buscan responsables para aminorar o esconder sus errores.

U ocultar sus negociaciones tras bambalinas.

O disfrazar el acatamiento de órdenes superiores.

Distraer, jalar la marca, negar negligencia y corruptelas.


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O, es pregunta: ¿Fernando Moreno Peña, Pablo Fernández del Campo, Jaime Alcántara Silva, o Emilio Trinidad Zaldívar, eran los mejores hombres para mantener y hacer crecer el posicionamiento de Enrique Agüera Ibáñez?

Claro que no.

Ellos ya tienen el “chivo” asegurado.

A ellos les vale madre Puebla y los poblanos.

Y regresan a lo que saben hacer: Obedecer. Culimpinarse.

Cumplieron a cabalidad las instrucciones: hundieron al ex rector: Agüera.

Y ahora pretenden trasladar sus culpas a otro ex rector: Doger.

O, a poco venían preparados para derrotar a quien Roberto Zamarripa atribuye la frase: “Por las buenas, bueno; por las malas, mejor”.

En serio, ¿estaban mentalizados para jugar el papel de David contra Goliat?

Quien no se dobla se somete. Para ello hay recursos tradicionales: dinero para corromper, encierro para castigar, destierro para eliminar. Al que no lo dobla, lo aplasta.

¿Alguna duda?

Ahora tendrán que explicar la venta de candidaturas, que al parecer fue un buen negocio.

Aparte de la derrota, el General y el Sargento tendrán que explicar muchas cosas antes de pretender llevar a la hoguera a las brujas y brujos malditos.

No hay duda, el PRI necesita reinventarse. Imposible seguir con las practicas, usos y costumbres añejas y anquilosadas.

Pero eso, está cabrón.

Una cosa es cierta: Enrique Doger es de los que no apestan a derrota.

@luisenriquesf

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