EL CAIRO, Egipto.- Treinta y seis personas murieron el domingo cuando fuerzas de seguridad egipcias arrojaron gases lacrimógenos en un intento por liberar a un policía, el cual había sido capturado por personas que se amotinaron tras ser detenidas durante los enfrentamientos entre islamistas y la policía, informaron las autoridades.

La muerte de los prisioneros, capturados durante las cruentas batallas de días recientes alrededor de la Plaza Ramsés de El Cairo, ocurre en momentos en que el líder de las fuerzas armadas egipcias, el general Abdel-Fatá el-Sisi, prometió que los militares no tolerarán más hechos de violencia después de cuatro días de enfrentamientos en todo el país que han dejado casi 900 muertos en total.

Aunque el-Sisi exhortó a incluir islamistas en el gobierno, las fuerzas de seguridad detuvieron a miembros de la Hermandad Musulmana en operativos dirigidos a impedir la realización de más manifestaciones en apoyo al derrocado presidente Mohamed Morsi, que el gobierno respaldado por los militares dice alientan la violencia.

Los detenidos muertos viajaban en un convoy de camiones en que unas 600 personas eran trasladadas a la cárcel Abu Zaabal en el norte del país, dijeron funcionarios a The Associated Press. Las personas en uno de los camiones se amotinaron el domingo por la noche y lograron capturar a un policía dentro del vehículo, dijeron las autoridades.

Las fuerzas de seguridad arrojaron gas lacrimógeno al camión con la esperanza de liberar al policía, que sufrió una fuerte golpiza, agregaron las autoridades, quienes añadieron que los muertos se asfixiaron con el gas.

Los funcionarios hablaron a condición de no ser identificados, porque no están autorizados a hablar con los periodistas.


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Sin embargo, la versión de los funcionarios se contradice con los reportes del incidente transmitidos por los medios estatales de noticias.

La página de internet de la televisión estatal egipcia reportó que las muertes ocurrieron cuando fuerzas de seguridad se enfrentaron con extremistas cerca de la prisión y dispararon contra los detenidos cuando trataban de escapar.

La agencia oficial de noticias MENA informó que los camiones fueron atacados por hombres armados.

Los medios estatales también informaron que los muertos y los hombres armados eran miembros de la Hermandad Musulmana, la organización de Morsi. Los funcionarios que hablaron con The Associated Press dijeron que algunos de los detenidos eran de la Hermandad, pero otros no.

No fue posible conciliar ambas versiones de los hechos.

En declaraciones el domingo ante grupo de altos jefes militares y de la policía, El-Sisi dijo que el ejército no tiene intenciones de tomar el poder en el país más poblado del mundo árabe. El-Sisi sacó a Morsi del poder el 3 de julio en un golpe de Estado tras cuatro días de manifestaciones masivas de millones de egipcios que exigían la renuncia del presidente.

“No vamos a quedarnos inmóviles observando en silencio la destrucción del país y la gente, o la quema de la nación y el amedrentamiento de los ciudadanos”, afirmó el-Sisi en un discurso transmitido por la televisión estatal.

El jefe militar agregó que es necesario incluir a los islamistas en la estructura política del país. El cronograma establecido por los militares contempla que se enmiende la Constitución y que se celebren elecciones presidenciales y parlamentarias en 2014.