Fuera el IVA en alimentos y medicinas, adiós al impuesto en los depósitos en efectivo (IDE) y al famoso IETU (Impuesto Empresarial a la Tasa Única) y hola! al 32 por ciento de ISR para quienes ganan y tengan más, acompañado por la propuesta de un seguro de desempleo y pensión universal.

A mi parecer, bien, oportuna y coherente la intención Federal, si consideramos la crisis social, política, cultural, deportiva y económica en la que hemos estado desde hace ya algunos ayeres.

No “castigar” al que menos tiene, representa una “palomita” a un gobierno que sistemáticamente ha vivido desde su nacimiento en crisis y desprestigio social (eso muestran las redes y los #TT).

Una reforma con aires de “social” hoy les da un golpe a los empresarios que ven en ella a un enemigo que los deja fuera de los beneficios, toda vez que se aplica el Impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) a las bebidas azucaradas, es decir, serán más caras las bebidas que nos hagan obesos.

Sin embargo, la reforma propuesta por el presidente Peña, traerá a Puebla un aumento presupuestal de 3.6 por ciento respecto  a los 499 millones autorizados para 2013, incremento que sin duda servirá para “atender los problemas graves de pobreza, inseguridad e infraestructura vial (o sea los millones de baches) que hoy vive Puebla, garantizando así el uso efectivo de los recursos públicos.”

¡Oops! Se me olvido que RMV anhela y quiere “pinos en su casa”…


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Con la premisa última, surge la pregunta al amable auditorio:

¿A dónde cree usted que se irán los 1 mil 823 mdp para Puebla producto de la Reforma Hacendaria?

Solo el tiempo lo dirá…

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@javiercaste84