“Adicción de pobres, negocio de archimillonarios”
Abel Pérez Rojas

Los teléfonos móviles o celulares -como se les llama coloquialmente han penetrado casi todos los rincones de nuestro país.

Es tal la dependencia que han generado las nuevas tecnologías de comunicación móvil que por ejemplo cada vez se presentan más casos de nomofilia, es decir, el miedo irracional que tienen las personas a trasladarse sin teléfono móvil.

¿Es posible que en nuestro país haya sectores de la población que no tienen recursos para comer, pero que sí tienen para sufragar un teléfono celular?

Los teléfonos móviles surgieron como una tecnología novedosa, pero exclusiva para ricos. Las complicaciones de los primeros teléfonos celulares fueron en relación a su gran peso, eran voluminosos y la cobertura era muy limitada.

En los últimos años la telefonía móvil se revolucionó con los llamados “teléfonos inteligentes” o smarthphones, los cuales cuentan con una plataforma informática móvil y con funciones que los equiparan a una pequeña computadora con servicio de telefonía.

Hoy los “teléfonos inteligentes” están en todas partes, y afirma un análisis de la consultora The Competitive Intelligence Unit, que en el año 2015 siete de cada diez mexicanos tendrán un smarthphone.


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Por otra parte, en relación a las condiciones socioeconómicas de nuestro país, recientemente el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), ha dado a conocer que en territorio nacional habitan más de 53 millones de mexicanos que viven en pobreza.

En relación con los indicadores sobre pobreza, las puntualizaciones de destacados especialistas como Julio Boltvinik, quien señala que en realidad hay entre 72 y 75 millones con alguna condición de pobreza.

Es de destacar que, siguiendo la línea del Coneval., 11.5 millones de mexicanos (9.8%) se encuentran en pobreza extrema y que sólo 23.2 millones no son pobres ni vulnerables, el resto vive con alguna carencia social o tiene problemas de ingreso. Las tres entidades federativas que concentran la mayor cantidad de pobres son en orden descendente: Chiapas, Guerrero y Puebla.

Regresando al tema de la telefonía móvil, es interesante observar que según datos de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) 87 de cada 100 mexicanos cuentan con un teléfono celular. 

Llama la atención que el 74.5 por ciento de los 47 millones de mexicanos suscritos a Facebook se conectan gracias a su teléfono móvil, por lo cual la conexión a esta red social le está ganando terreno a los usos habituales de comunicación en voz y texto.

La profunda penetración de la telefonía móvil en nuestro país contrasta con los altos costos que deben pagar los mexicanos, como evidenció un estudio de principios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el cual resalta que México está en el cuarto lugar de los países más caros, sólo después de República Checa, Australia y Hungría.

Los mexicanos pagamos casi cinco veces más por los servicios de telefonía celular que en Dinamarca, el país con los servicios móviles más baratos.

Como puede percatarse caro lector, en nuestro país hay millones de mexicanos que se encuentran en el límite de la pobreza extrema, que no tienen cubiertas totalmente sus necesidades básicas, pero que sí tienen para sufragar servicios exorbitantes de telefonía móvil.

También resalta en este breve análisis que los más ricos de este país están haciendo cuantiosos negocios con la afición o adicción hacia la telefonía móvil de los más pobres, en especial a los servicios adicionales, como la conectividad a las redes sociales (léase Facebook)  y los incontables gadgets.

¿Conoce usted a personas en las condiciones aquí descritas, que se empobrecen en la medida que con su consumo encumbran a los más ricos de este país?

Abel Pérez Rojas ([email protected] / @abelpr5 / facebook.com/abelperezrojas) es poeta, comunicador y doctor en Educación Permanente. Dirige Sabersinfin.com.