La sexualidad, igual que otros temas en el entorno social, lejos de ser abordado en forma abierta y analítica, representa un tabú que genera desconocimiento pleno de la importancia que representa, problemas y conductas sociales que repercuten en el desarrollo de los individuos, desde la infancia y la adolescencia.
Bajo esta premisa, se encuentra un tema que es expuesto contadas ocasiones: La adicción al sexo, que junto a otros aspectos de la sexualidad, no se aborda en forma adecuada, pese a los problemas emocionales, psicológicos, físicos y sociales que ocasiona.
María Eugenia Torres Castillo, médico psiquiatra de niños, adolescentes y adultos del Hospital Regional 36 del IMSS “San Alejandro”, considera que la sexualidad no se expresa como tal en la cultura mexicana.
Apunta que ello da paso a que las personas no puedan expresarse de manera adecuada y por falta de comunicación, desvíen sus conductas en las relaciones íntimas.
Ejemplifica que se puede encontrar personas híper sexuales, consideradas dentro del rango de “lo normal”, dado que sólo es parte de su vida sexual, es decir, son hábitos que no repercuten en su vida personal, social y laboral.
Sin embargo, expone que existen otras con una híper sexualidad que se convierte en una adicción, con repercusiones a nivel personal, familiar, social, laboral y económico, debido a que no pueden frenar.
Detalla que frecuentemente, éstas pueden estar tranquilas, sin tener relaciones sexuales; pero una activación a nivel hormonal hace que repentinamente se incremente la libido y empiecen a busca contactos sexuales.
Cuando hay una adicción al sexo –abunda– la persona se vincula al sexo solamente, es decir, todo su tiempo lo pasa pensando en el sexo y su prioridad es tener relaciones sexuales.
Si son personas que viven en pareja y terminan su relación, van y buscan a otra persona; pero solamente para vincularse sexualmente, no porque haya un afecto, un gusto, cariño o amor, nada más busca tener relaciones sexuales, incluso, teniéndola con múltiples parejas e ir satisfaciéndose, cada vez generándoles placer”.
¿Irritable, ansioso? Tal vez eres adicto al sexo
La doctora alerta que cuando estas personas no tienen el contacto sexual, se tornan irritables, ansiosos, desesperados, inquietos, agresivos y con ciertos estados depresivos; de modo que buscan nuevamente esta fuente de placer.
Señala que cuando la encuentran, se revitalizan, adquiriendo una supuesta tranquilidad, aunque si vuelven a tener esta falta de actividad sexual, caen otra vez en una sintomatología de ansiedad y de depresión.
Resalta en ese contexto, que la híper sexualidad se puede presentar en cualquier persona, por enfermedad, la toma de algunos medicamentos, consumo de alcohol o bien, drogas.
En cuanto a patologías que incrementan la libido, cuenta el trastorno de inestabilidad emocional tipo límite o al trastorno bipolar en fase maniaca.
Sobre los medicamentos, Torres Castillo menciona los esteroides y entre las sustancias, se cuenta el alcohol, que en su fase de alcoholismo puede dar paso a esa conducta, al igual que en consumo de drogas estimulantes.
Frustración infantil, causa de adicción
María Eugenia Torres Castillo explica que la adicción al sexo está fuertemente relacionada con el desarrollo psicosexual en la infancia, donde los estudios demuestran que las personas híper sexuales o con adicción al sexo y con conflictos en su entorno, tuvieron frustración durante la infancia.
Subraya que fueron niños a quienes se les reprimió mucho en cuanto a la sexualidad, tanto en la infancia como en la adolescencia; lo que deriva en que procuren satisfacer sus carencias afectivas y emocionales, sin comprender bien lo que es tener una relación sexual.
La híper sexualidad es muy frecuente en las personas que tienen inestabilidad emocional tipo límite o conocidos también como “border line”, donde este tipo de patologías resulta muy común y en donde tienen muchas parejas o bien son muy inestables emocionalmente, con afectos muy fuertes, pero también muy superficiales, donde incluso terminan con alguien que quieren mucho y creen que teniendo relaciones sexuales con otras parejas, pueden cubrir esta necesidad afectiva”.