Como mexicano y ciudadano que, en alguna ocasión, ha tenido la fortuna de leer algo, coincido con todas las voces que a través de las redes sociales, en especial el twitter, se han pronunciado por que deje de difundirse la telebasura que representan los programas de personajes como Laura Bozzo, Cristina Saralegui, Rocío Sánchez Azuara, etc.

En lo personal, creo que dichas emisiones – que supuestamente relatan la porquería humana- solo sirven para que quienes los vean se consuelen de saber que, al menos en teoría, allá afuera existen personas o situaciones peores que las que enfrentamos todos los días los mexicanos. Es más, resulta un pensamiento mediocre una persona floja, corrupta y tramposa se sienta mejor solamente de ver en la televisión que alguien es un poquito peor que él.

Incluso, los problemas de violencia, inseguridad, corrupción, impunidad, pobreza, ignorancia, entreguismo del gobierno de Peña Nieto hacia intereses de empresarios y potencias extranjeras, desde luego que no se solucionarán viendo en TL que mi vecino de al lado se anda “comiendo” a su cuñada, a pesar de que su esposa lo mantuvo varios años, mientras él estaba “enfermo” de la cadera.

Tampoco creo que en general Televisa o, en particular, Laura Bozzo, tengan calidad moral, periodística o profesional alguna para pedirle a MVS Noticias, a Carmen Aristegui o a cualquier periodista un “derecho de réplica”, cuando la empresa que fundó el Tigre Emilio Azcárraga en 1955 ha demostrado ser una máquina para manipular, idiotizar, engañar a los ciudadanos y ocultar la verdad, que es útil solo para los gobernantes y la clase en el poder.

La clase de presidentes a los que defiende la “señorita Laura”

En el caso de Laura Bozzo, su seudo periodismo queda totalmente desacreditado luego de haber servido al corrupto régimen presidencial de Alberto Fuijmori, quien durante 10 años (1999-2000) saqueó Perú, junto con su jede de espías, Vladimir Montesinos, de quien la misma Laura Bozzo reconoció públicamente haber estado perdidamente enamorada. (Televisa, abril 22, 2005).

Hoy, Alberto Fujimori y su gobierno, que tanto fueron defendidos por Laura Bozzo durante 10 años, son vistos en Perú como tiempos de corrupción, saqueo, impunidad y oscurantismo, como lo demuestra el hecho de que ese ex presidente que venciera en las urnas al escritor Mario Vargas  Llosa está preso, condenado por “peculado doloso, apropiación de fondos y falsedad ideológica en agravio del Estado”, además de  homicidio calificado, asesinato bajo la circunstancia agravante de alevosía en agravio de los estudiantes de La Cantuta y el caso Barrios Altos”.


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Incluso, según Wikipedia, el “Tribunal lo halló culpable (a Fujomori) por secuestro agravado, bajo la circunstancia agravante de trato cruel, en agravio del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer Ampudia. La Sala Penal Especial determinó que la condena vencerá el 10 de febrero de 2032”.

La “señorita Laura” y sus problemas legales en Perú

Luego de su apego por personajes como Alberto Fujimori y Vladimir Montesinos, se entiende perfectamente por qué Televisa se trajo del Perú a una “legitimadora de oficio” de los gobiernos en turno, como Laura Bozzo, quien es proclive a generar escándalos de cualquier tipo, porque vive de ellos.

Wikipedia explica: “los  juicios a Bozzo por parte del Estado peruano por sus vínculos con la corrupción de Fujimori y Montesinos fueron largos y episódicos. Entre otros sucesos, Laura Bozzo tuvo un acalorado careo con Matilde Pinchi (ex-secretaria de Montesinos) en la Sala Penal, hecho transmitido por la TV. En el año 2002, Bozzo fue sentenciada en primera instancia a una pena de cuatro años de arresto domiciliario, de los cuales únicamente cumplió tres.

En julio de 2006, Bozzo fue finalmente encontrada culpable por los cargos relacionados a una placa de oro recibida de parte de Vladimiro Montesinos. La acusación de haber recibido un lujoso collar de oro adquirido con dinero del Estado peruano fue desestimada al haberse suicidado uno de los principales testigos”.

Queda claro, pues, que ni Televisa ni Laura Bozzo tienen calidad moral o periodística para exigir derecho de réplica o equidad informativa a nadie. Sin embargo, también como ciudadano considero que es un exceso total el pedir que dicho personaje sea expulsado del país o que su programa sea cancelado de manera fulminante, debido a que pienso que la mejor forma de acabar con la telebasura es apagando el aparato o cambiando de canal.

Es más, perdón a mis 2 lectores por haber escrito esta columna sobre personajes o empresas tan insulsas, histriónicas y escandalosas como Televisa y Laura Bozzo, cuando el país y Puebla enfrentan problemas mucho más graves, como la violencia, inseguridad, corrupción desde los gobiernos, ignorancia, etc.

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