Hasta 10 por ciento de la gente en Puebla es susceptible de presentar estados depresivos, enfermedad por la que los pacientes no mueren salvo si se suicidan; sin embargo, las personas con este mal, pueden tener otras enfermedades.

María de Carmen Lara Muñoz, profesora investigadora de la Facultad de Medicina de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), destaca un tema: la discapacidad y no precisamente la física (visual, auditiva o motora).

La depresión, comenta, es de los trastornos que produce más limitaciones, dado que la gente no trabaja bien.

Detalla que un paciente con depresión tendrá los siguientes síntomas:

  • Tristeza, desgano y desmotivación
  • Pérdida de apetito o comer en exceso (según el caso)
  • Dificultad para dormir (principalmente despierta, 2 o 3 de la mañana y no vuelve a dormir).
  • Cansancio y falta de concentración.

Revela a Poblanerías en línea, que todos estos síntomas indican que el paciente está deprimido cuando han estado presentes, al menos, dos semanas.

Advierte que la depresión es un trastorno de gente joven y la edad promedio va de 20 a 25 años, que se vuelve crónico a lo largo de la vida, aunque no se descarta que se presente incluso en infantes y adultos mayores.

Los trastornos depresivos –comenta– pueden empezar a asociarse con abuso y dependencia de alcohol, es decir, una patología doble.

Refiere que la consecuencia más grave se encuentra en los intentos de suicidio, donde un gran porcentaje de estas personas, son aquellas que están deprimidas.

Finalmente, comenta que la depresión no se cura, sin embargo, si se atiende a tiempo puede evitar todos estos factores de riesgo, a través de antidepresivos que le brindarán una adecuada calidad de vida, sin que necesariamente se caiga en una farmacodependencia.