Las mujeres no se realizan pruebas de detección para el Virus del Papiloma Humano, que se contrae a través de las relaciones sexuales; aunque este padecimiento puede provocar cáncer cérvico-uterino y la muerte.

Araceli Martínez López, coordinadora del Programa de Cáncer Cérvico Uterino y Cáncer de Mama en la Secretaría de Salud en Puebla (SSEP), asegura que evaden los exámenes por miedo a que salgan positivos y sean mal vistas.

Al estar implicado con las relaciones sexuales, las mujeres temen qué van a decir sus parejas, sus familiares y sus amistades, si llegan a presentar el virus del Papiloma Humano. Muchas personas lo comentan como si fuera algo promiscuo”.

Sin embargo, explica que el Virus del Papiloma Humano es muy fácil de adquirirse e incluso, sólo se necesita una sola relación sexual.

Lo padecen 8 de cada 10 mujeres sexualmente activas

Detalla que 80 por ciento de las mujeres con vida sexual activa, lo padecerán en algún momento de su vida; aunque aclara que no todas ellas tendrán cáncer.

Además, datos del área de Epidemiología refieren que menos de uno por ciento de la población femenina con vida sexual activa, desarrollan cáncer si no se realizan la prueba del Papanicolao.

En este sentido, precisa que el programa de cáncer cérvico-uterino de la dependencia está enfocado en detectar y tratar a tiempo las lesiones que pudieran ocasionar las lesiones oncológicas.


publicidad puebla
 

Alternativas de tratamiento

La especialista refiere en ese contexto, que no sólo se cuenta con la vacuna para prevenir el virus.

Expone que para las mujeres que ya iniciaron una vida sexual activa, existe la prueba de detección llamada “Captura de Híbridos” y detalla que se aplica en mujeres de 35 a 64 años de edad.

Si esta prueba sale positiva –explica– se debe hacer la citología, mejor conocida como “Papanicolao”, a fin de confirmar si esta mujer ya tiene el virus; pero aún no le ha ocasionado ninguna lesión pre-maligna al cáncer.

Solamente con la citología sabemos sí ya avanzó este virus a una lesión pre-maligna a o todavía no, es decir, que únicamente esté presente en las células cérvico-uterinas de la mujer”.

En caso de obtener un resultado positivo, se envía a la paciente a una de las siete Clínicas de Colposcopía que existen en Puebla, donde se atienden a todas las mujeres que pudieran tener una lesión pre-maligna.

Menciona que se les aplican tratamientos conservadores, como electrocirugías, que quitan un “pedacito milimétrico” del cuello de la matriz para realizar un análisis patológico o se les suministran fármacos que atacan al virus.

Finalmente, dice que cuando se confirma un cáncer cérvico-uterino invasor, la Secretaría de Salud les traslada a la Unidad de Oncología, donde se ofrecen tratamientos como la quimio-terapia, la radio-terapia e incluso la cirugía, denominada “Histerectomía”.