El experto Adrián Beltrán Martínez dijo que posicionada como la cuarta causa de ceguera en el mundo, la retinitis pigmentaria (RP) es una patología con un fondo genético muy importante, que afecta de manera principal a varones al estar ligada al cromosoma X.
El médico adscrito al Hospital General de Zona 14 del IMSS en Jalisco agregó que el inicio de la enfermedad es súbito, “el paciente de estar bien, de repente empieza a tener problemas sobre todo en la visión nocturna y también puede haber trastornos en el campo visual”.
Añadió que aun cuando se observa algún objeto al frente, el ojo normal tiene la capacidad de percibir lo que hay alrededor, en el caso de los pacientes con RP esta visión periférica se pierde y en otros casos llegan a referir que tienen diferentes puntos del campo visual con problemas para captar imágenes.
Explicó que estos síntomas suelen aparecer en la adolescencia y en la juventud, y por tratarse de una enfermedad progresiva, cuando el paciente llega a la atención médica, es en el momento en que su visión se ha perdido casi en su totalidad o cuando definitivamente está ciego.
Afirmó que, en general, en países del continente americano, incluido México, la RP tiene una frecuencia de un caso por cada tres mil 500 a cuatro mil nacidos vivos, “y existen varias alternativas de tratamiento, aunque todas ellas en fase experimental”.
Comentó que uno de los recursos terapéuticos que se ensaya en estos pacientes, es el uso de ozono, “está también la magnetoterapia, pulsaciones eléctricas y hasta la manipulación genética para detener la progresión, pero aún no existe un efecto benéfico comprobado a 100%”.
Indicó que el último domingo de septiembre de cada año, se instauró el Día Mundial de la Retinitis Pigmentaria, “como una oportunidad para reflexionar sobre esta enfermedad y lo que puede hacerse para mejorar la calidad de vida de los pacientes”.
Señaló que dado su fondo genético, existen familias con varios miembros afectados.
Recomendó a la población en general una revisión oftalmológica anual desde la infancia, “pero muy marcadamente a quienes tengan algún pariente que haya padecido o padezca ceguera”.
Resaltó que en el IMSS Jalisco los casos de retinosis pigmentaria “en realidad no son muy frecuentes, de uno a dos pacientes cada tres meses, a quienes se ofrece alguna alternativa de terapia visual como uso de lupas, telescopios y lentes especiales, con el fin de rescatar lo más posible el remanente visual que puedan tener”.
Destacó que la retinosis pigmentaria empieza con cambios en la estructura de una de las membranas de la retina, “afecta los bastones y los conos, células ambas especializadas en la visión”.
Subrayó la importancia de una revisión oftalmológica anual desde la infancia que permita un diagnóstico temprano y mejor pronóstico para el paciente.