“Sólo la verdad liberará al Vaticano
de sus propios demonios”.
Abel Pérez Rojas

Esta semana el Vaticano comparecerá ante el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, para sostener su informe en relación a los abusos sexuales de algunos de sus ministros en contra de niños alrededor del mundo.

La cita es inédita porque el Comité es el primer organismo internacional que le pide cuentas al  Estado Vaticano.

¿Qué hay detrás de este evento que podría tener los componentes para convertirse en un suceso histórico?

Uno de los graves problemas que enfrenta el pontificado del papa Francisco es el enorme desprestigio por los casos de pedofilia de sus ministros.

Hace cinco años, el periódico publico.es retomó una declaración de Cláudio Hummes, arzobispo y cardenal brasileño, actualmente prefecto emérito de la Sagrada Congregación para el Clero en la curia romana, quien calificó la pedofilia como un “crimen terrible” y reconoció que afectaba al 4 por ciento de los sacerdotes.

En la nota de publico.es se hace una deducción escalofriante – deducción corta de acuerdo con el sentir de la mayoría de los internautas que participaron en el foro al pie de la información – el cálculo podría arrojar a 20 mil implicados de todos los niveles jerárquicos.


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Desgraciadamente los casos de pederastia dentro de la iglesia católica han abarcado países como Gran Bretaña, Estados Unidos, Alemania, México, Nueva Zelanda, Brasil, en fin, la lista se expande a todas las latitudes.

Por si fuera poco, la comparecencia de Ginebra tiene por marco el caso del ex nuncio apostólico en República Dominicana, Józef Wesolowski, y del sacerdote polaco, Wojcieh Waldemar Gil, quienes en estos días son investigados por la Procuraduría General de aquél país, debido a la acusación en su contra por el abuso sexual de menores.

Ante la descomposición, la comparecencia del Vaticano en el Comité de los Derechos del Niño es visto como luz en el camino por organizaciones civiles y particulares.

La comparecencia del Vaticano tiene su origen legal en la firma que en 1990 la Santa Sede hizo como Estado de la Convención sobre los Derechos del Niño.

De acuerdo con el sitio oficial del Comité:

Todos los Estados Partes deben presentar al Comité informes periódicos sobre la manera en que se ejercitan los derechos… El Comité examina cada informe y expresa sus preocupaciones y recomendaciones al Estado Parte en forma de observaciones finales”.

De lo anterior se desprende que el órgano de expertos independientes podría emitir su preocupación y recomendar al Vaticano la toma de medidas para garantizar la seguridad de los niños que conviven con sus ministros.

Por supuesto que las recomendaciones del Comité podrían ser insuficientes ante la magnitud de la pedofilia en las filas católicas, pero podría sentar las bases para llevar al Vaticano a otras instancias internacionales, cuyas conclusiones sean más que simples declaraciones públicas.

No obstante que el Comité no puede examinar denuncias de los particulares, aunque se pueden plantear cuestiones relacionadas con los derechos del niño ante otros comités con competencia para examinar denuncias de los particulares, organizaciones civiles y particulares le han enviado informes y casos documentados de pederastia.

De acuerdo con el periódico El País, el exsacerdote mexicano Alberto Athié, quien colgó los hábitos decepcionado de los abusos y desatención en el caso Maciel, viajó a Ginebra para hacer llegar a algunos relatores del Comité el sentir propio y el de las víctimas nacionales.

Ante la limitante de las denuncias de los particulares al Comité, podría parecer infructuoso el viaje de Athié, pero como se recaba en los testimonios de quienes llevan años enfrentando a un gigante que se escuda en dogmas, dinero y argumentos legales: la fuerza de la verdad abre murallas.

Lo que sucederá en los próximos días en Ginebra dista de ser el capítulo final de la historia, pero son oportunas las palabras de un espontáneo expresadas a Athié antes de su viaje y capturadas por el rotativo español:

“Padre, suerte con la ONU”.

Abel Pérez Rojas ([email protected] / @abelpr5 / facebook.com/PerezRojasAbel) es poeta, comunicador y doctor en Educación Permanente. Dirige Sabersinfin.com.