Un día como hoy, hace un año, la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA) arrancaba operaciones, luego de varios meses de trabajos a marchas forzadas y jaloneos entre la autoridad y transportistas.
Sólo faltaban unas horas para el segundo informe de gobierno y la infraestructura no estaba completa; pero Rafael Moreno Valle Rosas, gobernador de Puebla, pudo hacer el recorrido inaugural “en tiempo”, como había ofrecido meses antes.
Lo hizo acompañado del director del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos S.N.C. (Banobras), Alfredo del Mazo Maza, quien recibió ese día, la petición de recursos para la segunda y tercera línea en la capital.
Ajuste tras ajuste
Sin embargo, el metrobus poblano se ha visto envuelto en múltiples ajustes y controversias, desde que Cementos Mexicanos (Cemex) inició con su construcción, el 29 de noviembre de 2011.
Las primeras obras de infraestructura tardaron un año y 45 días –aproximadamente–, y costaron mil 472 millones de pesos en total.
El monto fue financiado entre la administración estatal, Banobras y los concesionarios que finalmente se adhirieron al proyecto, para comprar las unidades con que trabajarían.
Durante todo ese tiempo, la ejecución de “la troncal Tlaxcalancingo-Chachapa” pasó por manifestaciones vecinales, incidentes que obligaron a evacuaciones y hasta modificaciones al distribuidor vial Juárez-Serdán, construido en el trienio de Luis Paredes.
También, la Secretaría de Transportes (ST) se vio obligada a ajustar continuamente la cantidad de unidades y rutas que desaparecerían con la conformación de Articulados de Puebla S.A.P.I. de C.V., la compañía que opera esta línea.
Originalmente, la dependencia había estimado que 40 rutas de transporte convencional serían afectadas; pero con el tiempo, la cantidad quedó en sólo 13, es decir, 67 por ciento menos.
El secretario del ramo, Bernardo Huerta, expuso en noviembre de 2012 –dos meses antes de la inauguración– que desaparecerían 250 unidades de 190 concesionarios y 13 líneas con permiso federal serían modificadas.
Al final, los derroteros de diversas líneas urbanas, como la Ruta 10, solamente fueron desviadas para no empalmarse con el metrobus y el resto, fueron sustituidas por 95 camiones convencionales, seis autobuses articulados y siete líneas alimentadoras.
Además, el armado de los 36 paraderos y las dos terminales, a cargo de la empresa APR Proyectos y Edificaciones, sufrió retrasos; lo que obligó a posponer las pruebas preoperativas del proyecto.
Operación accidentada
El 15 de enero del año anterior, RUTA Puebla comenzó a dar servicio a 80 mil poblanos; pero en su primer día, los retrasos fueron evidentes y con el transcurso de los días, las fallas salieron a la luz.
Sólo tres días después, la red cobró sus primeros lesionados, cuando un autobús se vio obligado a frenar porque un transeúnte invadió el carril confinado a la altura del hospital IMSS San Alejandro.
Para abril, este sistema registró su primer deceso, cuando un chofer atropelló a un transeúnte a la altura del Tianguis “Los Lavaderos”.
Mientras tanto, los recursos emanados de la primera troncal y las alimentadoras eran recabados por ATT Maximus de Latinoamérica SA de CV; pero la autoridad emprendió un proceso para revocar el contrato, bajo el argumento de que ésta no garantizaba el funcionamiento.
Esto, después que trabajadores se manifestaron porque dicha compañía les adeudaba casi un mes de salario.
Cabe mencionar que los recursos, producto del cobro de pasaje, son administrados por el Fideicomiso para la Administración de Recursos del Corredor y sus Alimentadoras.
Respecto al tiempo de traslado para los usuarios, RUTA promete cubrir sus 18.5 kilómetros y unir las áreas Nororiente y Surponiente de la Zona Metropolitana de Puebla en 45 minutos, como máximo.
Sin embargo, los usuarios han asegurado que el tiempo de espera en paraderos, en ocasiones, es equivalente a esta oferta.
Línea 2, una ruta de dos mil millones
En febrero del año anterior, el gobierno anunció los trabajos de la segunda línea del metrobús; pero la re laminación en concreto hidráulico de la avenida 11 Norte-Sur (parte del proyecto) comenzó seis meses después y hasta la fecha, no se ha concluido.
Esto costará dos mil 338 millones de pesos, según publicó Liliana Tecpanécatl, reportera de Grupo Tribuna Comunicación, y el sitio oficial de RUTA expone que contará con dos corredores troncales y dos terminales.
Además, con dos estaciones de interconexión y 32 paraderos, para movilizar a 364 mil usuarios diariamente, a lo largo de 19.7 kilómetros.
El monto de inversión, hasta el momento, ha sido distribuido entre el gobierno estatal, el municipio de Puebla y Banobras, a través del Fonadin (Fondo Nacional de Infraestructura).
Las acciones también han sido objeto de manifestaciones por parte de transportistas; pero ha trascendido que las negociaciones para conformar la nueva operadora, también han avanzado.
Finalmente, en agosto de 2013, el gobernador anunció la tercera línea, que correría sobre 16 de Septiembre y bulevar 5 de mayo; pero los trabajos no han arrancado, especialmente en la primera vialidad, que no cuenta con concreto hidraulico.