El reloj marcaba un poco más de las seis de la tarde. “Noé” veía tranquilamente la televisión en la cocina de su casa, cuando el teléfono sonó.
Era un número del Distrito Federal; pero su esposa no se extrañó porque ambos tienen familia en esa ciudad, así que contestó. Era para él.
Un hombre que dijo llamarse Alfredo Palacios, se presentó.
Le hablaba tranquilamente, mientras decía que una mujer –vecina de un domicilio que no es el suyo– lo acusaba de amenazas y agresiones.
“Noé” procuró responder con tranquilidad. Aseguró que eso no podía ser posible; porque la dirección era falsa y, además, no tenía problemas con nadie.
El tono del interlocutor comenzó a endurecerse, cuando le dijo que había constatado que, en efecto, era “una persona de bien”.
Sin embargo, el discurso cambió y Alfredo Palacios dijo ser parte de la organización criminal “Los Zetas”. Le sostuvo que su gente lo había seguido por un tiempo.
Para darle protección, el sujeto le exigió 5,000 dólares.
“Noé”, que tomaba nota de todo, le pidió de nuevo su nombre y un número telefónico para comunicarse con él otra vez. El interlocutor acedió; pero ninguna de las dos cosas coincidía con lo marcado por el identificador de llamadas ni con el nombre dicho originalmente.
Fue entonces cuando “Noé” decidió terminar la conversación… Para evitar una agresión, argumentó que la batería de su aparato se terminaba y colgó.
Alentado por su hija y su esposa, hizo una denuncia anónima al 089, donde no le pidieron ningún dato personal y le recomendaron que alertara al resto de su familia.
“Noé” aceptó; porque no es la primera vez que intentan extorsionarlo y una ocasión anterior, un delincuente logró que le facilitara el número de sus padres, a quienes también intentó despojarlos de dinero.
Datos discordantes
La historia de “Noé” se suma a las 15 extorsiones que la Estadística de Incidencia Delictiva del Fuero Común tiene registradas al término del primer mes de este año.
Sin embargo, los registros históricos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) apuntan que a lo largo de la administración encabezada por Rafael Moreno Valle Rosas, se han documentado 730 casos en total.
Los indicadores exponen que 2011, el primer año del mandatario panista, sólo presentó tres casos; pero 2012 registró un crecimiento exponencial, al cerrar con 454 extorsiones reportadas al Ministerio Público.
Para la mitad de la gestión de Moreno Valle, los registros bajaron a 258 denuncias; no obstante, cualquiera de estas cifras están lejos de lo que otras autoridades y ciudadanos han reportado en distintos momentos.
Por ejemplo, en octubre de 2011, la Asociación de Hoteles y Moteles de Puebla sostuvo que sólo en un mes, las recepcionistas de este tipo de lugares recibían de 50 a 60 telefonemas, especialmente durante la madrugada.
Para marzo de 2012, la propia Secretaría General de Gobierno (SGG) sostuvo que tan sólo en dos meses, se habían atendido mil 505 denuncias de extorsión a través del teléfono 066.
En aquel momento, se detalló que en 972 casos, no se detalló de qué número telefónico había procedido la llamada y que en 503, ese dato sí se había proporcionado.
Mientras tanto, a inicios de año, Poblanerías en línea documentó que una de las regiones con crecimiento en el número de extorsiones y secuestros durante los últimos años, ha sido la zona sur de Tehuacán.
Geraldine González Cervantes, diputada local por ese distrito, expuso en entrevista, que las autoridades reconocieron la situación y ubicaron que la inseguridad creció después que la Marina hizo acto de presencia en el estado vecino de Veracruz.