Estudio demuestra que la presión constante del asiento de la bicicleta puede causar problemas en la sensibilidad genital.

Los asientos de las bicicletas están diseñados de tal modo que el peso puede llegar a comprimir los nervios y vasos sanguíneos del área del perineo, que son necesarios para el buen funcionamiento de los órganos sexuales.

La presión ejercida por mucho tiempo en esa zona específica podría afectar los nervios de forma crónica, lo que produciría una disfunción sexual o problemas a la hora de buscar excitación en los labios vaginales exteriores. Asegura el portal Vida y Salud

De acuerdo con la revista Muy Interesante, en 2006, un equipo de la Universidad de Yale (EE UU) descubrió que las mujeres que practicaban ciclismo tenían menos sensibilidad genital que un grupo control de atletas femeninas.

Los médicos que han tratado a los ciclistas masculinos conocen desde hace tiempo que la postura en la bicicleta y la manera de ajustar el manillar y el asiento (la silla) pueden provocar problemas, y en algunos casos (la minoría) hasta la disfunción eréctil. Ahora se sabe que las mujeres ciclistas no están exentas de molestias relacionadas a la sexualidad tampoco. Asegura

Asimismo afirma que muchas mujeres que practican el ciclismo regularmente han experimentado entumecimiento o molestias cuando se sientan en el asiento tradicional.


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Sin embargo, la disfunción sexual ocurre más bien en un 15% de los ciclistas profesionales, (tanto en los hombres como en las mujeres), sobre todo si participan en competencias o maratones. Si se sale a pedalear de vez en cuando, no hay porque preocuparse. Asegura Vida y salud.