En Puebla no hay medias tintas. Solo has de dos sopas: o fideos o jodeos.
O blanco o negro; las decenas de tonalidades en gris se omiten.
Si escribes sobre la irresponsabilidad de quienes utilizaron niños para manifestar su descontento en la Vía Atlixcayotl eres un “pinche vendido”. Si la responsabilidad es del gobierno de Puebla formas parte de una conspiración para desestabilizarlo.
En los dos casos el objetivo central es dinero.
La parte que te corresponde, que te quieres ganar o que no te han dado.
Este martes 22 de julio la Ley Bala será abrogada por el Congreso de Puebla. Está turnada para ser tratada en el punto 16 de 18 que el Legislativo debe de aprobar.
Y no tenga duda, también la abrogación será fast track.
¿Así nada más?
La primera responsabilidad en los violentos acontecimientos de Chalchihuapan está aceptada. Ha sido de Rafael Moreno Valle.
La iniciativa para ser abrogada es de él.
Pero no es suficiente.
¿Y cuál es la responsabilidad de los 41 diputados de la LIX Legislatura?
Con la misma obediencia irresponsable aprueban y desaprueban.
¿Saldrán, diputados de pacotilla, del ominoso silencio de los últimos 15 días?
¿Facundo Rosas seguirá, orondo, insistiendo en que agotó los protocolos del caso e incrementando el número de víctimas, por los huevotes que presume tener?
Lamentable, nunca justificado y siempre para reprobar la muerte de José Luis Tehuatlie Tamayo. No debió ocurrir.
Pero, Quienes azuzaron a los pobladores de Chalchihuapan ¿seguirán en sus cruzadas de embaucadores profesionales?
¿Roxana Luna Portillo seguirá haciendo del escándalo y la provocación un pingüe negocio?
La práctica política es un recurso para joder al enemigo.
Cualquier video que usted vea, grabado por los buenos o los malos, por los blancos o los negros, por los fideos o por los jodeos, evidencia, muestra, que había entre los manifestantes de Chalchihuapan un buen número de niños entre los tres y trece años.
Eso es una verdadera chingadera.
Criticable el exceso de violencia.
Más reprobable el uso de menores para el ejercicio de una “libertad de expresión” mal entendida y peor explicada.
Esto no se acaba hasta que se acaba. Y los implicados, todos, deberán rendir cuentas.
@luisenriquesf
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