La especialista María Angélica Torres Órnelas manifestó que la pérdida progresiva de la audición en el adulto mayor de 60 años de edad provoca depresión, ansiedad y aislamiento social.

La otorrinolaringóloga de la Unidad de Medicina Familiar con Atención Médica Ambulatoria 52 del IMSS en Jalisco añadió que el afectado frecuentemente se siente avergonzado por su condición, sobre todo porque dentro de los síntomas iniciales figura que el paciente no comprende frases o palabras que escucha a medias.

A mayor edad mayor riesgo de presentar sordera

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Agregó que hasta 30 por ciento de adultos mayores, en general, pueden tener disminución de su capacidad auditiva, no obstante en mayores de 75 años la incidencia aumenta hasta 55 por ciento.

Mencionó que en el Servicio de Otorrinolaringología de esta la Unidad de Medicina Familiar con Atención Médica Ambulatoria 52, hasta 60 por ciento de los pacientes mayores de 55 años son diagnosticados con presbiacusia.

Comentó que no es regla que por ser adulto mayor tenga que perder la audición, dado que existen personas de edad avanzada que aún mantienen esta función en muy buenas condiciones.


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Dijo que existen factores para que el adulto mayor pierda la audición,

 como tener enfermedades crónica degenerativas, como diabetes, hipertensión o cardiopatías, la presencia de un tapón considerable de cerumen en el oído, constante exposición a ruidos o contaminación ambiental, infecciones del oído y predisposición genética”.

Expresó que las enfermedades crónico degenerativas se asocian a la presbiacusia, derivado de que alteran el sistema microcirculatorio, que ocasiona deficiente irrigación sanguínea y oxigenación hacía el nervio auditivo, con el consecuente deterioro.

Recomiendan no automedicarse

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Detalló que otro aspecto a considerar en estos pacientes es que algunos pueden automedicarse, “ignoran que sin supervisión médica algunos fármacos como anti inflamatorios o antibióticos pueden resultar tóxicos para el oído”.

Precisó que es importante establecer un diagnóstico oportuno derivado de que existen casos en que puede llegarse a confundir la sordera del adulto mayor con el inicio de enfermedades como Alzheimer, debido a que por no escuchar bien el paciente puede presentar olvidos.

Otros síntomas que pueden alertar sobre la pérdida de audición en esta población es que se esfuerce mucho por escuchar dado que ya no entiende o percibe frases o palabras o que se encuentre retraído o deprimido”.

Señaló que por ningún motivo se debe recurrir a la automedicación o a remedios caseros como lavar el oído derivado de que esto puede desencadenar incluso una infección severa o incurrir en prácticas nocivas para el oído como aplicarle calor.

Lo ideal es que el adulto mayor se mantenga en constante chequeo y control médico de enfermedades crónico degenerativas y en lo que se refiere a su capacidad auditiva”, concluyó.