Aunque en realidad trabaja para que el PRI recupere el gobierno de Puebla en el 2016, Roxana Luna Porquillo ya tiene más de un pie en Morena de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), como lo demuestra la cercanía de dicha diputada federal –que llegó a San Lázaro con las siglas del PRD– con el dueño de la franquicia obradorista en el estado, el ex gobernador priísta y senador por el PT, Manuel Bartlett Díaz.
Los usufructuarios del PRD nacional, Jesús Zambrano y Jesús Ortega, “los chuchos”, ya tienen registrado que los intereses de Luna Porquillo no son los perredistas, como lo evidenció ella misma en la elección local intermedia del 2013, cuando traicionó al sol azteca y a la coalición Puebla Unida para apoyar al PRI, en especial al candidato perdedor a la alcaldía de San Pedro Cholula, Sergio Galindo, uno de los “zares” del transporte público construido por el ex “gober precioso”, Mario Marín Torres y su ex titular de la SCT, Valentín Meneses Rojas.
En el 2013, Luna Porquillo traicionó al PRD y hay fotos que lo prueban y que están en el expediente con que la corriente del dirigente estatal, Erick Cotoneto, quiere expulsarla; sin embargo, la guerra que ella mantiene contra el morenovallismo tiene el claro objetivo de que el “góber precioso” y su pandilla recuperen el gobierno en el 2016.
Sabedora de que en el PRI sería solamente una más y estaría atrás de mujeres destacadas priístas, como Rocío García Olmedo, Isabel Allende o Silvia Tanús, Roxana Luna no se aventará el volado de pasarse del PRD al PRI, sino que se quedará en Morena, donde Bartlett Díaz y el dirigente formal de la organización y otro ex priísta, Ignacio Mier Velasco, han formado una “isla de los hombres solos” y, en consecuencia, necesitan sumar a alguien del género femenino.
Morena recoge los desechos del PRD
Con este personaje, quedará exhibido que Morena, al menos en Puebla, no es un verdadero movimiento de regeneración o renovación política, sino un partido más, cobra y pregona con la izquierda, pero que en realidad recoge no solamente los desechos del PRI, como lo son Manuel Bartlett e Ignacio Mier, sino también del PRD.
Lo que será interesante es constatar qué harán los promotores de Roxana Luna en el PRD –los senadores Luis Sánchez y Héctor Bautista– cuando su pupila se vaya a Morena, porque no puede descartarse que dichos personajes estén coludidos con Manuel Bartlett para ayudar a desfondar al partido del sol azteca y fortalecer al lopezobradorismo.
Por cierto, uno de los regenteadores del lopezobradorismo en Puebla, Ignacio Mier Velasco, es un experto en cambiar de chaqueta y traiciones políticas, como lo demuestra el hecho de que fue uno de los principales beneficiados del morenovallismo (su hijo Ignacio encontró cerradas las puertas del PRI-PVEM en el 2013 y se fue a la coalición Puebla Unida que lo hizo diputado local en el 2013), pero hoy, a través de Manuel Bartlett, Roxana Luna y a través del diario Cambio se ha erigido en uno de los principales detractores del gobernador.
El priísmo de Mier Velasco quedó tan “lejano” como el 2010, cuando fue candidato del PRI a diputado local por la vía plurinominal. Así de “congruentes” e “izquierdistas” son los autonombrados “renovadores” de la política poblana.
Elementos
- Ayer, el gobernador Moreno Valle y el rector Alfonso Esparza Ortíz entregaron el edificio de la Escuela de Artes Plásticas y Audiovisuales de la BUAP, con una inversión de más de 8 millones de pesos, para que los estudiantes y maestros de dicha unidad académica, muy especializada en su área del conocimiento, cuenten por fin con infraestructura moderna, práctica y adecuada a sus actividades.
- Esta acción conjunta del gobierno estatal con la BUAP moderniza el equipamiento físico de la institución y se enmarca en el punto 6 del Plan de Desarrollo que el rector Esparza Ortiz presentó a la comunidad universitaria y que precisa que se propiciarán “las mejores condiciones de infraestructura física y equipamiento apoyados en la funcionalidad de las telecomunicaciones que permitan la optimización, el uso colaborativo y dimensiones acordes a los nuevos retos de los nuevos proceso de aprendizaje”.
- Dicen que “trabajo mata grilla” y la verdad es que cada semana la infraestructura la BUAP tiene más y mejor infraestructura, con el trabajo del rector y el apoyo de los gobiernos federal y estatal. Le duela a quien le duela, cada día Esparza Ortiz se consolida más como un rector que, él sí, trabajo únicamente para la institución y no está preocupado por ningún proyecto político personal.
