Todos, desde Wall Street hasta el Banco Central Europeo esperan que China e India sigan creciendo a la velocidad de la luz; estos gigantes asiáticos son potencias económicas mundiales que compensan el débil crecimiento en muchas economías desarrolladas como Europa.
Y no es cosa fácil que China e India continúen con su crecimiento al rojo vivo. De hecho, la historia sugiere otra cosa: “la historia enseña que un crecimiento anormalmente rápido rara vez es persistente”. Si el crecimiento en ambas naciones se ralentiza drásticamente tendría importantes repercusiones en varios aspectos, desde la política internacional y el calentamiento global hasta el precio del petróleo.
Al analizar los registros de decenas de países, se llega a la conclusión que un gran crecimiento es seguido por un crecimiento mediocre.
En la jerga económica, este fenómeno se conoce como “regresión a la media”; y es bastante poderoso.
Los pronosticadores económicos a menudo dependen de la reciente trayectoria de crecimiento de un país para predecir el futuro, en lugar de tomar en cuenta esta tendencia de volver a la media.
Cuando se trata de crecimiento económico, “el rendimiento pasado no es garantía de resultados futuros”. Esa, por ejemplo es la misma advertencia que los bancos inversión hacen a sus clientes sobre los rendimientos de las acciones.
Así que, aunque China e India puedan mantener su frenética marcha, la investigación muestra que una “desaceleración sustancial” es más probable para ambos países.
Los acontecimientos económicos importantes rara vez fueron predichos con exactitud. Basta con observar la crisis de 2008.
La crisis financiera muestra cómo los riesgos de los escenarios a la baja a menudo son ampliamente subestimados, de igual manera en que está subestimada la fragilidad de los sistemas.
Probablemente es hora de que China tome un respiro, ya que ha estado creciendo desenfrenadamente desde 1977; de hecho, puede ser la única racha de 32 años de crecimiento súper rápido en la historia de la humanidad.
Si China se mueve hacia la democracia, eso podría ser muy complicado para la economía del país. Casi todos los países que transitan hacia una democracia después de un periodo de fuerte crecimiento sufrieron un fuerte descenso durante los siguientes 10 años.
Si China e India siguen creciendo rápidamente, sus economías obviamente serán mucho más grandes en 20 años. China por sí sola podría aumentar a un increíble 60 billones de dólares para 2033; o aproximadamente tres veces el tamaño de la economía de Estados Unidos en la actualidad.
Sin embargo, si los gigantes asiáticos se ralentizan drásticamente, la economía de China sería de “sólo” 20 billones de dólares en dos décadas.
La diferencia entre el pronóstico alcista y este pronóstico más conservador para China e India es la impresionante cifra de 42 billones de dólares. Y ese impacto es aún mayor si tenemos en cuenta cuánto impactan China e India a la demanda mundial de recursos como el petróleo y los metales.
POB/GACC