Los políticos y los partidos padecen una crisis de credibilidad. Cualquier encuesta o sondeo de opinión pública colocaría a quienes dirigen al País desde diferentes espacios, en los límites inferiores de la confianza ciudadana.

Políticos y partidos son poco creíbles. No importan sus siglas ni sus colores. PRI, PAN y PRD, por mencionar a los más grandes, sufren porque las luchas internas, la vulgar lucha por el poder y el control, licencias para mercar y lucrar, no declaran vencedor.

Los menores no cantan mal las rancheras. PT, PVEM, MC y Panal, juegan a inclinar balanzas y no tienen propuesta. El negocio está cantado.

Morena, Encuentro Social y Humanista habrán de definir en la próxima elección el papel que escogen jugar. Es difícil que cambien el sentido de las percepciones sociales.

Diez partidos, los mismos políticos.

Un reducido segmento social en plena bonanza.


publicidad puebla
 

De ahí que la propuesta de Rafael Moreno Valle tenga sentido: que los políticos exhiban su declaración patrimonial. Y que sus partidos se la exijan.

Claro, no es una obligación legal. Pero se trata de recuperar la confianza ciudadana.

Y esto sería un buen principio.

@luisenriquesf

Facebook.com/luisenrique.sanchezfernandez

Facebook.com/luisenriquesf

[email protected]