Por primera vez en la última década, Puebla cerró un año con menos de 100 casos notificados de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).
El último Boletín de Vigilancia Epidemiológica de 2014 señala que la entidad contó a 78 pacientes diagnosticados; de los cuales, 67 fueron hombres y 11, mujeres.
Dicho nivel es el más bajo desde 2004, cuando –según demuestra el registro histórico del monitoreo realizado por el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/SIDA (Censida)– se registraron 367 enfermos en 12 meses.
La tendencia decreciente en el comportamiento del SIDA ha sido constante, después que en 2005 se presentó un repunte y se llegó a un tope de 420 poblanos infectados.
A partir de ese momento, la estadística ha bajado gradualmente. En 2010 se rompió la barrera de los 300 diagnósticos y en 2012, se tuvieron menos de 200 casos nuevos en la entidad.
Puebla, del 5º al 6º lugar en casos de SIDA
Censida indica que desde 1983 (año en que comenzó a monitorearse el padecimiento), 7552 poblanos han sido afectados por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
De esta cantidad, mil 966 aún se encuentran reportados como “seropositivos” (portadores del virus) y es posible notar una incidencia marcada en los varones, con mil 507 hombres por sólo 425 mujeres.
Lo anterior coloca a Puebla en el sexto lugar entre los estados que registran más casos de SIDA, por debajo del Distrito Federal, Veracruz, el Estado de México, Jalisco y Chiapas.
Los enlistados concentran 88 mil 401 pacientes; lo que representa 51.3 por ciento de los 172 mil 254 casos que se han contabilizado en poco más de 30 años.
Puebla remontó un lugar en el marco nacional; ya que en la medición de 2012, ostentaba el quinto sitio entre las entidades con mayor cantidad de personas infectadas.
Relaciones sexuales, la mayor vía de contagio
Al revisar las vías de contagio, Poblanerías en línea pudo constatar que las relaciones sexuales sin protección permanecen como la forma principal de adquirir el VIH.
Los documentos también refieren que los jóvenes de 25 a 34 años aún son los más propensos a enfermarse por esta situación.
A esto se agrega el hecho de que en Puebla, nueve de cada 10 hombres no son usuarios frecuentes del preservativo y que en el país, los varones sólo utilizan el condón en cuatro de 123 encuentros sexuales al año.
Ello, pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha asegurado que 95 por ciento de las enfermedades de transmisión sexual serían prevenibles con este método anticonceptivo.
Lo que mata es la discriminación
Además de los problemas físicos, los enfermos de SIDA deben enfrentar la discriminación de la sociedad mexicana, según han asegurado las autoridades en los últimos años.
Ricardo Bucio Mujica, presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), sostuvo en diciembre de 2013, que “el estigma… es lo que mata hoy en día, a las personas que padecen VIH/SIDA”.
El funcionario reconoció ante la prensa, que la segregación era sustancialmente menor a la que existía hace 10 y 20 años; pero dijo que había hospitales públicos y privados que se negaban a brindar los servicios médicos por temor a un contagio.
Un reporte emitido por Censida en aquel momento, detallaba que la “población clave” en el contagio del SIDA se centraba en “hombres que tienen sexo con otros hombres”, hombres trabajadores sexuales, mujeres transgénero y usuarios de drogas inyectables.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha catalogado la discriminación a los portadores del VIH/SIDA como un problema, por lo que emitió una cartilla donde se enlistan los 18 derechos de los mexicanos con esta enfermedad.
Entre ellos, destacan:
- Nadie está obligado a someterse a la prueba de detección de VIH, ni a declarar que vive con VIH o con SIDA. La prueba de anticuerpos es voluntaria.
- Si decides realizarte la prueba, tienes derecho a recibir información suficiente, a que los resultados sean manejados de forma anónima y confidencial y a que éstos se te entreguen de forma individual y por personal capacitado.
- La aplicación de la prueba del VIH no debe ser requisito para recibir atención médica, obtener empleo, contraer matrimonio, formar parte de instituciones educativas o tener acceso a servicios.
- Vivir con VIH o SIDA no puede ser considerado como causal para la negación de servicios de salud, despido laboral, expulsión de una escuela, desalojo de una vivienda o expulsión del país. Tampoco se te puede limitar el libre tránsito dentro del territorio nacional, la salida del país o el ingreso al mismo.
- Si vives con VIH o SIDA nadie puede limitar tu derecho a ejercer tu sexualidad libre y responsablemente.
- Si eres madre o padre de familia, tienes derecho a la patria potestad de tus hijas e hijos.
POB/JCSD