adultos mayoresUn grupo de científicos estudian animales marinos con apariencia de musgo conocidos como briozoos que producen compuestos que serían benéficos para las terapias contra el Alzheimer, informó este miércoles el Cinvestav.

Este tipo de animales producen compuestos denominados frustraminas, sustancias que inhiben enzimas reguladoras del sistema colinérgico, relacionados con procesos de memoria y aprendizaje, explica el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) en un comunicado.

Los investigadores del Departamento de Química del Cinvestav desarrollaron métodos de síntesis para esta familia de frustraminas, con el fin de realizar estudios biológicos sin afectar el equilibrio ecológico de ecosistemas frágiles, como es el hábitat de los briozoos.

De acuerdo con la responsable de la investigación, Martha Sonia Morales Ríos, durante el proceso de degeneración neurofibrilar que caracteriza a la enfermedad de Alzheimer se produce una disminución notable en los niveles de neurotransmisores colinérgicos, lo que se relaciona con pérdida de neuronas colinérgicas en regiones del cerebro implicadas en los procesos de memoria y aprendizaje.

El Cinvestav menciona que hasta ahora los únicos tratamientos farmacológicos que se administran para la mejora cognitiva de los pacientes son los llamados fármacos colinérgicos. De allí la importancia de sintetizar las frustraminas en el laboratorio.

Al contar con pocos gramos de las flustraminas puras, que representan varias toneladas del organismo marino (briozoos), está en la posibilidad de continuar realizando estudios biológicos detallados, con la posibilidad de ampliar las investigaciones a otros posibles blancos terapéuticos en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer”, apuntó Morales Ríos.

Los fármacos colinérgicos retrasan la evolución de los síntomas de la enfermedad de Alzheimer, pero no actúan sobre las lesiones cerebrales que siguen su evolución.


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Los científicos confían en encontrar nuevas líneas terapéuticas orientadas a limpiar los depósitos de proteína beta-amiloide que se acumulan en el cerebro de los pacientes con Alzheimer, al desarrollar una nueva serie de fármacos conocidos como los inhibidores de beta-sacretasa.

Ese es el efecto que buscamos que tengan las frustraminas obtenidas por síntesis química o la de sus análogos, por lo que continuamos realizando estudios biológicos, en colaboración con el Departamento de Farmacología del Cinvestav. Los resultados de esta investigación son sin duda de interés para la industria farmacéutica,” comentó la investigadora.

La Enfermedad de Alzheimer es la más común de las demencias y se le considera una enfermedad progresiva y degenerativa del cerebro que provoca deterioro de la memoria, del pensamiento y de la conducta.

Los principales síntomas de la enfermedad son la pérdida de memoria, de las habilidades de lenguaje como la dificultad para encontrar los nombres de las palabras, alteraciones del pensamiento abstracto, juicio pobre y desorientación.

Aunque su origen es aún desconocido, los investigadores trabajan sobre posibles causas tales como daño neurológico, deficiencias químicas, anormalidades genéticas, virus, tóxicos ambientales y disfunción en el sistema de defensas del organismo.

Se calcula que en México más de 350 mil personas están afectadas por la enfermedad y mueren por ella anualmente dos mil 30 pacientes. Se estima que uno de cada tres de nosotros enfrentará esta enfermedad en algún ser querido o en un familiar.

 

POB/IIAL