Con motivo del homenaje póstumo -muy merecido por cierto- que realizará la Dirección General de Difusión Cultural muy atinadamente, retomo en parte el artículo que escribí anteriormente relacionado con los cambios en el diseño del escudo, logotipo e imagen en la Web de la BUAP, para insistir en la necesidad de que se hagan las aclaraciones y precisiones históricas que con mucha dedicación y acierto llevó a cabo el Mtro. Antonio Esparza Soriano.

buapEn el artículo mencionado mostré una breve recopilación y revisión histórica que retomamos en parte, incluyendo nuevas referencias bibliográficas, para sustentar nuestra opinión.

Antes de la llegada de los jesuitas a la Nueva España, hubo múltiples peticiones para lograr su presencia en el nuevo continente. La solicitud para la presencia de los jesuitas en estas tierras se relacionaba con dos necesidades importantes de la naciente sociedad.

La primera, educar a los niños y adolescentes peninsulares, criollos y mestizos que ocuparían los puestos de gobierno que la ciudad requería, es decir, se trataba de contar con recursos humanos capaces de formar y capacitar a la clase gobernante conforme a los cánones religiosos de la época.

La segunda consistía en mantener el control de los indígenas mediante la evangelización y solventar la insuficiencia de religiosos de las órdenes ya existentes en el “nuevo continente”; franciscanos, dominicos y agustinos que se habían establecido principalmente en las regiones más densamente pobladas y con mayor desarrollo cultural; dejando al territorio del norte a la deriva, espacio que vinieron a ocupar los jesuitas.

No obstante, tanta insistencia, hubo mucha oposición del Rey español Felipe II durante muchos años para que la orden pudiera venir al mundo novohispano. Es, hasta el ingreso a la compañía de Jesús de Francisco Borja (Esparza Soriano, Antonio, Tiempo Universitario, año 3, no. 4, Puebla, México, 2000, impreso), cuando se consigue el permiso para enviar la primera expedición a América en 1567. Designando al Doctor Pedro Sánchez, ex Rector del Colegio de Salamanca, para que encabezara la expedición jesuita que emprendería una nueva misión en la Nueva España.

A su paso por Puebla, el 9 de septiembre de 1572, según el historiador poblano Antonio Carrión (Carrión Antonio, Historia de la cd. de la Puebla de los Ángeles, tipografía de las escuelas salesianas de artes y oficios, Puebla 1897, impreso), “la población en masa los esperaba; las calles estaban aseadas y ordenadas y las autoridades, el clero y los principales vecinos, los recibieron en la Plaza Mayor… luego que pisaron los jesuitas las calles de Puebla, las campanas de todos los templos repicaron a vuelo…”

Sin embargo, la fundación de la Orden en Puebla se realiza posteriormente cuando el P. Hernando Suárez de la Concha estando en Villa de Carrión (Atlixco), en actividad misionera, recibe la orden de ir a Puebla para predicar la cuaresma (Ibíd., pag. 25), “fue tal su elocuencia que nuevamente se le propuso la fundación de un Colegio que ya contaba con donativos de la población. El P. Concha trató el asunto con el arcediano Fernando Gutiérrez Pacheco, quien se encargó de convencer a los cabildos eclesiástico y civil para que otorgaran los permisos correspondientes”.

Una vez que se obtuvieron los permisos y la licencia del Provincial de la Congregación, se funda en 1578 la Casa de la Compañía del nombre de Jesús, con la presencia de Pedro Sánchez y con Diego López de Meza como primer rector (Nota: Diego López de Meza fue Rector de la Casa de la Compañía de Jesús, no del Colegio del Espíritu Santo como se le ha confundido en varias ocasiones).

Es importante aclarar que los conventos de la Compañía de Jesús eran llamados colegios en cuyo caso solo servían de residencia para estudiantes que hacían sus estudios fuera de este, cuando a la palabra colegio se le agregaba un nombre como Colegio de San Pedro y San Pablo, entonces se refería a una institución educativa.

Adicionalmente se requería de un fundador acaudalado para poder proceder a la fundación de cualquier instituto educativo jesuita como en el caso de Melchor de Covarrubias y el colegio del Espíritu Santo.

Incluso en la Guía del archivo histórico de la BUAP (Palacios López, Elizabeth M. Guía General del Archivo Histórico Universitario BUAP), se menciona que “en 1587 los jesuitas erigieron el Colegio del Espíritu Santo. Aunque el primer colegio jesuita se estableció desde 1579 (Castro Morales Efraín H. Miguel, Puebla y su universidad, 1959, p. 73), como residencia de sus religiosos”. Año que según el trabajo del Mtro. Esparza (Ibíd.) es incorrecto, debido a  que “La Carta Anua de 1578 está fechada, tardíamente, el 17 de marzo de 1579”.

Por otra parte, los rectores en esas instituciones religiosas de esta época, realizaban funciones administrativas principalmente.

Después de sortear diversas vicisitudes y obstáculos, en particular los de tipo económico, se funda el primer colegio jesuita en el año de 1585 (Esparza, Soriano Antonio, La fundación del colegio del Espíritu Santo, GOBIERNO DEL ESTADO DE PUEBLA, BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA, CUADERNOS DEL ARCHIVO HISTÓRICO UNIVERSITARIO, Puebla 1998, Impreso) denominándolo Colegio de San Jerónimo (Fue el primer Instituto de Enseñanza de la Compañía de Jesús establecido en la Puebla de los Ángeles en 1579, siendo hasta el año de 1585 cuando se realiza su fundación…), siendo su fundador el sacerdote “Herán Hierónimo, quien compra las casas de la Compañía, luego se las dona y pone en rentas 14 mil pesos para beneficio de su fundación”.

En este mismo año también se inician las primeras negociaciones para la fundación del Colegio del Espíritu Santo y se menciona a Melchor de Covarrubias como su posible fundador, siendo hasta el 15 de abril de 1587 cuando se realiza la fundación del Colegio del Espíritu Santo según el documento notarial signado y expedido por el P. Provincial Antonio de Mendoza y por el caballero Melchor de Covarrubias ante el escribano público Melchor de Molina.

La actual fecha que se utiliza en el escudo de la BUAP, se apoya en el acuerdo del Consejo Universitario para festejar los cuatrocientos años de su fundación en el año de 1978, año en que aún no se difundían los datos que arrojaron la investigación del maestro Esparza Soriano.

Resumiendo podemos decir:

  • Que en 1578 se funda la Casa de la orden jesuita como residencia.
  • Que el primer colegio que fundan los jesuitas como institución educativa es el colegio de San Jerónimo, anterior al Colegio del Espíritu Santo.

En relación al origen de nuestra institución educativa (BUAP), este se remonta al año de 1587, año en el que se funda el colegio del Espíritu Santo según los datos históricos recopilados en esta breve descripción de hechos, apoyándonos principalmente en la investigación realizada por el Mtro. Antonio Esparza Soriano, quien a su vez se apoyó en buena parte, en las cartas Anua que los rectores de la compañía enviaban a sus superiores a la península ibérica.

Por esto considero desde mi muy particular punto de vista, que el mejor homenaje al Mtro. Esparza Soriano que le puede rendir la BUAP, es estableciendo en su escudo a 1587 como año de su fundación. Pues no se trata de hacer referencia a la presencia jesuita en Puebla (1578), sino a la institución educativa primigenia (Colegio del Espíritu Santo) que dio origen a  nuestra actual universidad.

 

POB/GACC